Indefensión telefónica

Hace tres años que tengo inhabilitado un apartamento en el cual hay un teléfono. Tan solo en dos ocasiones (de un par de meses cada una) el piso ha sido ocupado.Casualmente hace dos o tres meses, observé que los recibos que la Telefónica me presentaba por dicho teléfono, eran superiores a la cuota base, a pesar de mi absoluta seguridad de que nadie entraba en el apartamento. Lo comuniqué a la Telefónica, quien me contestó que verificadas las comprobaciones pertinentes, correspondía abonar lo que los recibos decían.

Insistí a la Telefónica y propuse que me instalaran un controlador en el teléfono que registrara su funcionamiento, o que me desconectasen el aparato o que lo dieran de baja temporal, o que lo precintasen. Pero la Telefónica en cartas con redacción de circular, insiste que sus comprobaciones dicen que todo es correcto.

Me he informado con jurídicos amigos, qué es lo que debo hacer ante un caso semejante, donde una compañía de fuerte apoyo estatal, abusa de su poder ante un simple usuario de su servicio. Parece ser que no existe viabilidad factible.

Como en nuestro país priva el sistema de amigos, me he informado con técnicos de la Telefónica, quienes me han explicado cómo se debe producir la avería que sobrecarga mis recibos. Me han informado que es muy difícil que la Compañía pueda acusar la avería; que existieron varias de este tipo cuando se montaron las centrales que corresponden a mi teléfono aludido. Y me han dicho, también, que la Telefónica no explica estas cosas al cliente, porque crearía una posición de desconfianza ante el público en general, y porque la dicha avería es muy difícil de reparar y de diagnosticar. Me aconsejaron que solicitase el cambio de número y que existían precedentes de haberse hecho así en situaciones semejantes.

Este hecho plantea una cuestión general: Yo me he dado cuenta del error de facturación porque mi apartamento está deshabitado, pero ¿es posible que me hubiera dado cuenta si hubiera estado ocupado? Indudablemente no. Y en ese caso, un abonado pagaría a la Compañía durante toda su vida un exceso de la cuota registrada por el contador.