Luz verde en el Parlamento italiano al programa de Gobierno concertado por los partidos
El Gobierno democristiano de Giulio Andreotti no obtuvo anoche la confianza del Parlamento italiano, al término- del largo debate sobre el programa de gobierno concertado por los seis principales partidos políticos del país -democristianos, comunistas, socialistas, socialdemócratas, ,republicanos y liberales-, sino que más bien concedió a éstos la disponibilidad de llevar a cabo los pactos necesarios para salir del impasse político. En cualquier caso, el programa de gobierno quedó aprobado.Después de cuatro días de debates, el primer ministro, Andreotti, replicó con un discurso de cincuenta páginas a la moción presentada por el vicesecretario democristiano y a las mociones de oposición de demoproletarios y radicales, en la izquierda, y demonacionales y neofascisitas en la derecha.
«Estoy profundamente convencido -concluyó. Andreotti- de que la parcial superación de hoy de las discordias y de la incomunicabilidad entre muchos partidos podrá dar un impulso decisivo a la restauración de una normalidad constructiva. »
Esta frase sintetiza la nueva etapa en que entra hoy la política italiana. Hasta ahora, Andreotti había gobernado, desde que el 4 de agosto del año pasado presentó su programa al Parlamento, recurriendo sobre todo a enmiendas. Se decía, incluso, que antes de dar cualquier paso telefoneaba a Berlinguer, secretario comunista.
Los comunistas no han entrado ahora en una mayoría de Gobierno, ni mucho menos en el Gobierno, pero han dado «un paso hacia adelante», que. Berlinguer considera como una «fecha histórica». Andreotti ha dicho que ha sido la fuerza de las cosas, ante «los impulsos disgregadores» que vienen de la sociedad italiana, la que ha movido a concertar un acuerdo con los comunistas, en las« mejores condiciones.
No cambia el cuadro político. El Parlamento no ha sido despojado de sus funciones por los partidos; el Gobierno Andreotti seguirá sustentándose sobre abstenciones. Se trata de una responsable respuesta a los graves problemas del país.
La moción no había tocado para nada la política exterior, y Andreotti ni dedicado la primera parte de su discurso a ella. La segunda y la tercera, a la política económica y ala seguridad. Italia ve bien la ampliación de la Comunidad Económica Europea, ha insistido Andreotti, tras auspiciar que se haga pronto la Europa de los ciudadanos del Parlamento Europeo, programado para el año que viene. No hay que subestimar, según ha recordado Andreotti, el desnivel económico de los países que han pedido el ingreso: Portugal, Grecia y España, el funcionamiento de las instituciones y sobre todo la incidencia en la agricultura mediterránea.
La inflación, que en 1976 era del 25 %, ha bajado este año al 15 %: el objetivo arduo, pero no imposible, según el primer ministro, es el 8 %. Refiriéndose a la reforma regional, Andreotti ha tratado de quitarle drama a la situación y haciendo suya la frase de Horacio, citada por Berlinguer,Concordia discors, ha aludido a la descentralización de competencias', reducción en el aparato administrativo central y formación de una carrera única del personal del Estado.
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