Confirmado el procesamiento de uno de los presuntos implicados en la matanza de Atocha

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha confirmado el auto de procesamiento dictado por el juez Rafael Gómez Chaparro, titular del Juzgado Central de Instrucción número 1, contra Simón Ramón Fernández Palacios, una de las siete, personas presuntamente implicadas en la matanza del despacho laboralista de la calle de Atocha de Madrid. Dicho auto fue recurrido en su día por el abogado defensor del procesado, adhiriéndose al mismo el ministerio fiscal en el acto de la vista del recurso de apelación, en base a que el procesado no tuvo conocimiento de los hechos delictivos que llevaron a efecto los presuntos asesinos y que tenía licencia o guía para poseer armas, dada su condición de capitán de complemento de Infantería y de caballero mutilado.

La resolución de la Audiencia Nacional, confirmatoria del auto de procesamiento, estima que en las actuaciones sumariales practicadas hasta ahora emergen puntos de referencia que, aisladamente y mucho más en conjunto, obligan a seguir la tesis acusatoria esbozada con cierta imprecisión, pero inteligible, en el auto de procesamiento apelado. Uno de estos puntos es la existencia de un grupo de, personas alrededor de un, funcionario Sindicato, de Transportes; que compartían actitudes políticas afines, que disponían de armas de fuego, alguna de las cuales pasó- de unas a otras, y que reconocen haber hablado de contrarrestar con acciones de amedrantamiento la actitud de algún oponente. Otro de los puntos de referencia a los que alude la resolución de la Audiencia Nacional es que el procesado acudía asiduamente a lugares en los que se reunía con todos o parte del grupo que ha sido calificado como amigo de frecuente trato por dos de ellos, uno, el que parecía más importante, y otro, de los que han admitido haber disparado en el despacho de Atocha, que era bien conocido por los demás y que reconoce haber sabido lo ocurrido el 24 de enero de boca de uno de los posibles autores dos o tres días, después. Finalmente, otro de los puntos de referencia es que al procesado le fueron ocupadas seis armas de fuego cortas -tres con cargador ajustado y una bala en la recámara-, un cañón de pistola suelto, abundante munición y una porra de plomo y admite haber regalado otra porra de plomo a la amiga de uno de los que le reveló ser autor de los disparos en el despacho de Atocha.

Estos datos, según la resolución judicial, deben construir la base de una investagación profunda y minuciosa, cuyo resultado lo mismo puede concluir en condena que en absolución, sin que el hecho de estar procesado vulnere la presunción de inocencia que acompaña a los acusados hasta el final del juicio. La consecuencia de todo ello, según la Audiencia Nacional" es que « es contrario al interés de la investigación sumarial, dejar al margen la línea indiciaria que apunta a la posible existencia de un depósito de armas y municiones con propósitos terroristas y a la igualmente posible participación del recurrente en este hecho y otros con él relacionados, cuyos contornos, aunque borrosos, pueden entre verse». A este respecto, la resolución de la Audiencia Nacional juzga prematuro intentar aislar como simple tenencia de armas el hecho, descubierto en un contexto mucho más amplio y pleno de connotaciones significativas, de la posesión de varias armas por parte del acusado (la resolución judicial se refiere a la posible separación en dos sumarios distintos e independientes de los hechos que llevaron a los asesinatos de Atocha, por una parte, y de las armas que pudieron ser utilizadas para los mismos.).