A la zaga de Barcelona
De vez en cuando dan deseos de explotar las viejas. tópicas v vulgares comparaciones entre Barcelona y, Madrid. para ver si de este modo los añosos, tópicos y vulgares políticos madrileños escarmientan y remedian los flagrantes desequilibrios existentes entre ambas ciudades. El caso es que en Barcelona. desde hace un tiempo. ningún pensionista ni jubilado paga un real por utilizar el Metro o los Transportes de Barcelona, SA, durantesábados, domingos, festivos y, laborables, salvo en las horas puntas de los días entre sernana.Y bien. Por lo menos 250.000 ciudadanos podrían beneficiarse en Madrid de una medida similar de medrar tal proposición ante uno de tantísimos plenos municipales tan cargados de burocracia y tan huecos de humanidad. ¿Por qué los pensionistas y jubilados madrileños se ven obligados todavía a pagar sus desplazamientos en los transportes colectivos de una ciudad que los olvida, que convierte sus calles en pistas para coebes y reduce cada más sus aceras para que siquiera puedan ya pasearla con tranquilidad?
No existe, explicación por el momento. En muchas ruedas de prensa, tras los ruegos desatendidos de tantos apartados de ruegos y preguntas, el Concejo madrileño se inhibía por la tangente ante el problema y, a modo de plañidera lacrimosa, el portavoz de turno sellaba toda pregunta con varias docenas de números que nadie entendía ni nadie se encontraba capacitado para justilicar
Ello ha sido así hasta ahora. Tal vez en función de la privaticidad de algunos transportes públicos o de la socorridamente no rentable colectividad o municipalidad de su explotación la cuestión es que el Ayuntamiento no tiene explicaciones pero respuestas siempre tiene para todo. Ojalá sucediera lo mismo con cuarto, de millón de jubilación
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