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Interés alemán en la reanudación de los suministros nucleares canadienses

Tras un primer intercambio informal de opiniones con el «premier» canadiense, Trudeau, en Vancouver, y una visita de final de semana a sus parientes en Minnesota (USA), el canciller federal Schimidt empieza hoy su visita oficial en Canadá. En Otta espera, como primer objetivo, mostrar convincentemente el interés alemán por una solución pronta a las negociaciones sobre los suministros de uranio natural. Estas negociaciones, donde los intereses conjuntos europeos están representados por la Euratom, se encuentran actualmente congeladas, porque los canadienses exigen un control de todas las fases del ciclo del combustible nuclear que excluya usos no pacíficos. Para la Euratom, el principio del control en sí no está puesto en duda, pero se opone a la exigencia de que sean los mismos canadienses quienes lo efectúen.Las primeras conversaciones han puesto en evidencia una ligera diferencia en cuanto a la estimación de los dos países sobre la política de defensa de los derechos humanos del presidente norteamericano Carter. Así, mientras que un portavoz canadiense declaraba el sábado, tras las conversaciones de Vancouver, que la política del presidente Carter con respecto a los derechos humanos debía tener unos límites, para que no se pusiera en peligro la distensión, la parte alemana se contentaba con la constatación de que ambos cancilleres juzgaban la política de distensión en Europa como positiva.

Para los alemanes, potencia. no nuclear, un cierto grado de confrontación política es asimilable, en tanto que no se pongan en peligro las negociaciones para la limitación del armamento nuclear entre las superpotencias.

El miércoles seguirá Schmidt su viaje americano hasta Estados Unidos. A la vista de los tonos crecientemente violentos de los soviéticos, que están particularmente irritados, como un artículo de Pravda y un comentario de la agencia Tass, este final de semana lo muestran, por las experiencias con la bomba de neutrones y la autorización de construcción para los missiles «Crucero», se estima aquí que una conversación entre el presidente Carter y el canciller federal alemán vuelve a ser necesaria.

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