¿Por qué no tienen fuerza los toros?
Hoy pasamos el ecuador de la importante feria de Pamplona, y parece oportuno hacer una observación sobre la fortaleza de los toros. Los guardiolas, los pablorromeros y los miuras han salido con una presencia en todo igual o como debieron ser aquellos toros históricos de la primera mitad de siglo. Y, sin embargo, ninguno tuvo fuerza; ninguno derribó. Ni siquiera el miura premiado con vuelta al ruedo, que recargó desde tablas hasta la boca de riego con bravura consiguió mover de su verticalidad al caballo. ¿Qué pasa con los toros? ¿Cómo es posible que fieras así salten a la arena con su fortaleza tan limitada? La investigación sobre el caso debe emprenderse, y si se emprendió, acentuarse. Y no sólo mediante la vía científica, sino también mediante la policial. Por si acaso.
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