Euskadi, reprimido, y Burgos, expoliada
En relación con la carta de don Jaime López, titulada «Fascistas en Burgos», quisiera puntualizar alguna cosa. Aunque en Burgos viven algunos cualificados fascistas, la mayoría del pueblo burgalés está formada por sensatos castellanos, acostumbrados a sufrir con serenidad durante siglos, talas de bosques, impuestos arbitrarios, pobreza en sus campos, expolios de todo tipo. Ante los ojos de estos burgaleses empezaron a caer mendrugos y calderilla, mientras se les mostraban billetes de mil pesetas y escuchaban cómo se les llamaba «maquetos», pobretones, españoles... No me parece bien que ante las provocaciones de un borono del Bocho, un sensato castellano reaccione pagándole con su propia moneda, pero reconozcamos que la situación era humillante, y que si algo tiene un castellano, es su orgullo, que no le permite dejar que nadie le pisotee, simplemente por creer que está por encima.Yo llevo sangre vasca y me duele ver cómo la imagen que muchas veces dan la mayoría de los vascos es la de pendencieros perdonavidas que miran al resto del país por encima del hombro.
Y este resto del país no tiene por qué soportar las consecuencias que se derivan de la injusta represión que ha sufrido el pueblo vasco durante, cuatro décadas, y menos las regiones que sacrificando mucho han contribuido más para formarlo.
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