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Reunión del Papa con el encargado del sumario "Lefebvre"

Aunque el Vaticano sigue silencioso respecto al caso Lefébvre -es decir, a la respuesta papal ante la desobediencia considerada como cismática del obispo francés-, se especulaba ayer en torno a la posibilidad de que el tema hubiera sido el centro de atención en la reunión mantenida entre Pablo VI y el cardenal Franjo Seper, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que antes se llamaba Santo Oficio.

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La reunión, que se celebra habitualmente cada semana, como los jefes de todos los dicasterios romanos, podría con toda probabilidad haberse ocupado de la desobediencia abierta a la autoridad eclesiástica por parte del arzobispo de Dakar, sobre todo cuando la Congregación que preside el cardenal Franjo es la encargada de completar el sumario de instrucción previo a la decisión papal sobre las posibles sanciones a aplicar al prelado disidente.Por otra parte, es posible que una decisión resulte de las reuniones convocadas hace semanas, y para los próximos días, del pleno de las congregaciones para los obispos; y para la Doctrina de la Fe.

Mientras el Vaticano mantiene su prudente actitud, una serie de especialistas en derecho canónico han hecho, en los últimos días, manifestación de sus posiciones respecto al tema. Particularmente duro ha sido el canonista Pietro Agostino d'Avack, que ha empezado diciendo que el canon 1.325 del Código de Derecho Canónico especifica que «una persona bautizada que rehúsa someterse al Papa es cismática». Añadió, asimismo, que están especificadas. en otro canon las penas en que incurren, y que entre ellas está la de excomunión.

Frente al canonista florentino Francesco Marhiotta Broglio -que piensa que puede ser necesario excomulgar a Marcel Lefébvre tras un juicio eclesiástico d'Avack opina que el Papa, como fuente de toda legislación eclesiástica, puede excomulgar a una persona. Y una tercera alternativa frente a una declaración papal de excomunión o al fallo de un tribunal eclesiástico sería la de considerar a monseñor Lefébvre como automáticamente excomulgado.

Pero hay que dejar claro que todo esto, con ser opiniones de famosos canonistas, está en suspenso hasta que el Vaticano se defina.

El último arzobispo que cayó en excomunión pertenecía también a la línea tradicionalista surgida en el seno de la Iglesia, como rebeldía ante el Concilio Vaticano II. Se trata del arzobispo survietnamita Pierre Martin Ngo-Dinh-Thuc, que en 1976 realizó en España una serie de ordenaciones contra derecho, relacionadas con el minicisma de El Palmar de Troya. Actualmente, monseñor Ngo-Dinh-Thuc se ha reconciliado ya con Roma.

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