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La Asociación de Madres Solteras se solidariza con la madre que ahogó a su hija

«Sin ánimo de juzgar la acción desesperada de esta, madre (Ana María Galán), porque hay tribunales que cumplirán tal cometido, y sin querer justificarla, expresamos y sentimos el dolor de esta mujer.... solidarizándonos con ella... Por tanto, creemos justo que sea puesta en libertad, eximiéndola de toda responsabilidad.»La Asociación de Madres Solteras ha manifestado así su apoyo a una mujer desesperada que, víctima al parecer de un ataque de locura, ahogó a su hija de cuatro meses en el baño de su casa.

Ana María tiene 38 años. Tenía una hija de cuatro meses, tiempo durante el que luchó por intentar conciliar su trabajo y sus obligaciones de madre; cuatro meses de dificultades, de pequeñas y grandes amarguras que han desembocado en ¡a catástrofe final. La intolerancia de la empresa donde trabajaba, la incomprensión social y la falta de una protección jurídica lo bastante sólida como para enfrentar un sinfín de problemas han sido las causas reales y evidentes de este filicidio sobre cuyas implicaciones la Asociación de Madres Solteras pretende hacer algunas matizaciones.Son varios los casos de este tipo: en enero de este mismo año, en un colegio del Opus Dei, era despedida una joven profesora por el delito de estar embarazada siendo soltera. El escándalo público se disolvió por completo hasta marzo del mismo año, en que una guardería de Segovia, perteneciente a la Caja de Ahorros, rechazaba la inscripción de una niña de un año de edad, también por ser su madre soltera.

Porque lo más dramático es que en realidad es el hijo la verdadera víctima de unas leyes discriminatorias. La ilegitimidad de un nacimiento puede marcar toda una vida, sin contar con los miles de traumas síquicos. Una de las reivindicaciones de las madres solteras españolas sería la posibilidad de conseguir una investigación de paternidad, cosa que funciona en otros países y que obliga al padre a responsabilizarse, al menos materialmente, de su propio hijo.

El problema de las madres solteras está sufriendo una curiosa metamorfosis. De un lado se ha reducido hasta un 75% el número de nacimientos ilegítimos gracias al mayor acceso a los sistemas anticonceptivos y al aborto; de otro, aumenta el número de mujeres que, rechazando el matrimonio, desean voluntariamente tener su propio hijo. Para estas últimas subsisten todos los problemas de las madres solteras, a pesar de tratarse en la mayoría de los casos de mujeres con una preparación superior a la media.

La patria potestad sobre sus hijos, aunque puedan llevar el apellido del padre, es otra de sus más acuciantes reivindicaciones por las que están dispuestas a luchar.

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