Las escuelas de rejoneo portuguesa y española, frente a frente
Alguien, muy avanzada ya la Feria de San Isidro, se preguntó: ¿Qué pasaría si Vidrié montara los caballos de Moura, y Moura los de Vidrié?Es un absurdo, claro: en rejoneo no puede concebirse el rejoneador sin su caballo, el de su confianza, el de su doma. Es un todo. Pero la cuestión hacía referencia a la calidad de las cabalgaduras con las que log,ra sus continuados éxitos este chiquillo portugués del asombro, torero donde los haya, gran triunfador de la feria.
Manuel Vidrié no le fue a la zaga y, en el mismo abono -días después- conseguía un triunfo rutilante. Vidrié: un torero castellano, que se ha hecho a sí mismo en estas lides; sin muchos medios, pero con el gran apoyo de su vocación a toda prueba.
Trabajó Vidrié en la finca de Alvaro Domecq, y podría decirse que mucho le quedó de las enseñanzas del caballero jerezano. Moura, por su parte, aprendió la base de su toreo de Nuncio, el mejor rejoneador de todos los tiempos. Luego, uno y otro, con estas sólidas bases han ido acumulando experiencias y han configurado su personalidad. A nadie se parecen. Moura es Moura, Vidrié es Vídrié. Y ambos representan lo más puro de las escuelas portuguesa y española.
Su gran proeza ha sido, que la afición de todo el país, pero principalmente la muy difícil de Madrid -difícil por rigurosa- ha dejado de considerar el rejoneo como «el número del caballito» y le presta atención con tanto interés como al toreo a pie. Y discute: mejor, Vidrié; mejor, Moura. Ya está encendida la pasión.
Por eso la buena nueva para los aficionados de Madrid fue conocer que ambos competirían en la primera plaza del mundo con ocasión de la tradicional corrida de la Prensa. Los tendidos se llenarán a reventar, porque además de aquella pasión hay curiosidad grande en la gente -en la no aficionada- por presenciar este acontecimiento, que tendrá lugar el próximo jueves. El día 30, en la Monumental de las Ventas, el arte del rejoneo puede llegar a la más alta cota que ha conocido en toda su historia.
Gran expectación
La confrontación Moura-Vidrié, sobre todo, el cartel de toreros a pie, y el interés de los aficionados por presenciar el juego de los guardiolas -una ganadería de acreditada casta- han despertado una expectación enorme. La corrida de la Prensa es un éxito en su planteamiento.
La misma mañana en que se pusieron a la venta los abonos, sólo en unas horas se hizo una taquilla cercana al millón y medio de pesetas. Por la noche. el abono se había renovado prácticamente en su totalidad. Las entradas para el público, en general, están a la venta hoy en los despachos habituales de la calle de la Victoria.
Como es sabido, Jaime Ostos -que reaparece en Madrid-, José Luis Galloso y Gabriel Puerta -los dos últimos con actuaciones muy meritorias en la pasada Feria de San Isidro- forman el cartel de espadas que se medirán con los serios y bien armados toros de Guardiola. Moura y Vidrié, verdadero acontecimiento del festejo, se disputarán la hegemonía del toreo ecuestre. Hay desafío entre ambos. Y fruto de esta competencia va a ser que mañana, día 30, tradicional corrida de la Prensa, viva la afición de Madrid la jornada cumbre de toda la historia del rejoneo.
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