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La Asamblea francesa debate hoy el proyecto sobre el Parlamento Europeo

En el clima de crisis crea do por la confrontación entre las dos fracciones de la mayoría gubernamental (giscardiana-y chiraquista), hoy empieza en la Asamblea Nacional el debate del texto de la ley que debería ratificar, por parte de Francia, la elección del Parlamento europeo por sufragio universal. Salvo un cambio inesperado de, los gaullistas, que piden el retraso de este debate, es probable que el Gobierno se vea forzado a emplear el procedimiento extraordinario que le autoriza la Constitución para adoptar el proyecto de ley sin el voto de los diputados.

Durante el último fin de semana, los gaullistas y los «giscardianos» multiplicaron las declaraciones para, en definitiva, confirmar sus posiciones respecto al problema planteado por la ratificación del texto relativo a la elección del Parlamento comunitario.El RPR (Unión de la República), en un congreso extraordinario, aprobó anteayer por unanimidad la decisión que había tomado su dirección: pedir el retraso del debate y de la votación, porque el texto gubernamental no garantiza totalmente la soberanía nacional francesa. Su presidente y alcalde de París, Jacques Chirac, fue más preciso sobre la -actitud de su grupo: «la Asamblea Nacional actual -dijo- no es representativa y es menester que se manifieste una nueva voluntad popular para plantear el problema europeo. En consecuencia, hay que retrasar la discusión hasta después de las legislativas de marzo de 1978».

El Gobierno reitera su posición

Un portavoz gubernamental, el ministro de Asuntos Exteriores,. Louis de Guiringaud, reafirmó la posición oficial: «El Gobierno hará todo lo que sea necesario -anticipó- para que el proyecto de ley sea adoptado. Llegado el caso se utilizará el artículo 49 de la Constitución. »

En efecto, el Gabinete, si lo considera oportuno, como ya ocurrió en cinco ocasiones a lo largo de la V República, puede adoptar un texto de ley sin que lo voten los parlamentarios. Para ello, el primer ministro tiene que poner en juego su Gobierno, después de ser autorizado para ello por el Consejo de Ministros. Si después de la declaración general ningún grupo introduce una moción de censura, el proyecto se convierte en ley automáticamente.

Este procedimiento se estimaba ayer muy probable. En los medios políticos parisienses, no se consideraba factible un compromiso de última hora entre el presidente Valery Giscard d'Estaing y Chirac.

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Si estas previsiones se cumplen, como parecían indicarlo las últimas tomas de posición, el clima político francés se agravaría más aún como consecuencia de la nueva crisis entre los partidarios del presidente de la República y los gaullistas unidos en torno a Chirac.

Repercusiones en la CEE

En el pleno comunitario «la no ratificación del Parlamento europeo constituiría una verdadera ruptura y comprometería la construcción europea », expresó Jean Pierre Soisson, presidente del Partido Republicano (PR), próximo a Giscard d'Estaing. Entre los demás países de la Europa de los nueve no existe unanimidad frente a la actitud de los gaullistas: Mientras los alemanes manifiestan su furor, el «premier» inglés, James Callaghan, ha encontrado un alivio en el "antieuropeísmo» gauillista: tres ministros de su Gabinete le han prometido dimitir si somete el proyecto a los Comunes y otros seis se han declarado desinteresados de la evolución parlamentaria de la Comunidad.

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