Quedan encarcelados 95 presos políticos
Nueve presos políticos (ocho presuntos miembros de los GRAPO y uno del PC-r) y más de cincuenta comunes permanecen en huelga de hambre desde hace nueve días en la cárcel de Carabanchel. Los nueve presos políticos apoyan su postura en tres puntos: denuncia de las elecciones mientras quede un preso político, solidaridad con la Copel y petición de que consideran justo que el comunista acusado de matar a un falangista en Valdemoro salga de la galería de comunes y se instale en la de políticos.Según el, abogado González Berzosa, defensor de estos nueve presos y en cuyo despacho se celebró ayer una rueda de prensa, los presuntos miembros de los GRAPO y del PC-r no aceptarían firmar la solicitud de extrañamiento de acuerdo con su lucha política, pero no han denunciado nunda el que los presos vascos lo acepten. Denuncian, por el contrario, continuó diciendo el señor González Berzosa, el intento del Gobierno de enfrentar a los distintos pueblos del Estado español al dictar medidas que sólo afectan a los presos de aquella nacionalidad.
González Berzosa afirmó que han surgido ciertos problemas en Carabanchel ante el comportamiento de los funcionarios, y que concretamente el domingo pasado uno de éstos pretendió intervenir su comunicación con sus defendidos, a lo que tuvo que oponerse rotundamente.
Denunció igualmente el trato que se está dando a 32 miembros de la Copel que están en huelga de hambre y han sido trasladados a celdas de castigo. Todo ello, añadió, ha creado un ambiente de tensión. Por otra parte, la dirección se ha negado a permitir reuniones de presos comunes para discutir sobre las elecciones. Según González Berzosa, actualmente quedan en prisión 95 presos políticos pertenecientes a FRAP, ETA, GRAPO, PC-r, CNT; organizaciones anarquistas catalanas, MPA-IAC y UDS (Unión Democrática de Soldados), así como dos del MC.
Los familiares de los presos que asistieron a la rueda expresaron en su escepticismo ante las medidas de amnistía y su desconcierto ante la discriminación que se está dando entre presos vascos y no vascos. «Nuestros hijos, nuestros maridos son también españoles, y el Gobierno ha prometido la amnistía para todos los españoles», dijo uno de ellos.
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