Inquietud en la CEE por el aumento del 5 por 100 en el precio del petróleo

Los ministros de los «nueve» países del Mercado Común, responsables de la política energética, se reúnen en Luxemburgo para analizar la incidencia que tendrá sobre la economía comunitaria el próximo aumento del precio del petróleo.

« Un aumento del 5% del precio del petróleo producido en Arabia Saudita, supone un déficit suplementario de setecientos millones de dólares anuales para la balanza de pagos de la CEE», declaró hoy en Bruselas Guido Brunner, miembro de la Comisión Europea responsable de la política energética.Según Brunner el Consejo de energía de la CEE debería dar el «grito de alarma» contra la crisis energética. «Debemos demostrar que cada aumento del precio del petróleo supone un incremento de la inflación, lo cual es contrario a los propios intereses de los países productores de petróleo», añadió Brunner.

Lo cierto es que las «lamentaciones» de los europeos no incidirán demasiado en las decisiones que los países de la OPEP (Organización de Países Productores de Petróleo) tomen durante la primera quincena de julio en Estocolmo.

Los países industrializados, entre ellos el grupo de la CEE, piden e insisten sobre la necesidad de crear un «organismo consultivo para la energía». El propio secretario general de la ONU, Kurt Waldheim, repitió la idea hace unos días. Pero los países de la OPEP, como demostraron durante la fase final del «diálogo Norte-Sur», a primeros de junio en París, rechazan la idea de una cooperación entre países productores y países consumidores de petróleo.

El Consejo de Energía de la CEE intentará, una vez más, estructurar los principios para una política energética común de los «nueve». Las economías de energía, el desarrollo de fuentes alternativas de energía y la utilización del carbón y de la energía nuclear serán los principales capítulos.

A pesar de la necesidad de coordinar esfuerzos comunes para crear una Comunidad Europea de la energía los «nueve» parece que van a dar la triste imagen del desorden y de la preponderancia de los intereses nacionales por en cima de los comunitarios. El proyecto Jet, para la investigación de nuevos procedimientos para el enriquecimiento de uranio, vital para la independencia en el sector de la energía nuclear, pueden naufragar en Luxemburgo, ante la intransigencia de Francia, que desea la instalación del Jet en territorio «nacional». Los «nueve» siguen presos de boicot del precio del petróleo, pero no cuentan con la voluntad política para buscar caminos conjuntos hacia la independencia energética del Mercado Común.