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Campaña electoral: la "batalla" por Madrid

"La brevedad de esta campaña es una estafa política"

«Lo primero que voy a hacer ante ustedes es protestar por la escasez de tiempo de esta campaña electoral. Dar veintitantos días para que se conozca la verdad después de cuarenta años de silencio es una auténtica estafa política. Y, además, la poca propaganda posible está limitada por discriminaciones vergonzosas, como la que hemos sufrido nosotros en Radio Nacional de España.» Con estas palabras se dirigió José María Gil Robles y Quiñones al auditorio reunido en un acto electoral de la Democracia Cristiana, celebrado anoche en un hotel de Madrid.El señor Gil Robles y Quiñones rebatió la versión ofrecida por Radio Nacional sobre las razones de la no emisión de su programa, y afirmó que la verdadera causa es que no aceptaron suprimir algunas palabras incluidas en el mismo, afirmando que «aunque ahora todo el mundo se dice muy demócrata, continúa existiendo la censura».

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Mencionó después el tema de la defensa del señor Muñoz Salvadores -denunciado por el Centro Democrático en base a unas manifestaciones sobre la posibilidad de que esta coalición esté utilizando fondos públicos para su campaña- de la que Gil Robles se ha hecho cargo, y dijo que él no haría tal afirmación, pero tiene que recordar el señor Calvo-Sotelo -autor de la denuncia- que el Movimiento no ha sido liquidado, sino que sus servicios han pasado a otro Ministerio, y que del mismo depende una cadena de periódicos que está silenciando la propaganda de las fuerzas democráticas, «de modo que tal vez esa afirmación no esté muy lejos de la verdad».

Asimismo, el señor Gil Robles aseguró que el problema político de hoy no es la derecha o la Izquierda, sino la desaparición de los restos del franquismo. Y esto tiene dos escalones -agregó-: «el primero es Alianza Popular, más dura, más asilvestrada-, el segundo, Centro Democrático, que guarda mejor las apariencias, que no se quita la chaqueta para pegar a nadie y en una palabra, que está menos asilvestrado». Seguidamente invitó a todos a votar por la Democracia Cristiana, por el lema Justicia-limpieza-decencia.

Anteriormente habían intervenido otros oradores, entre ellos Jaime Cortezo, quien estableció jomo principio irrenunciable de la Democracia Cristiana las aspiraciones a una Constitución democrática -«no española ni orgánica ni popular: democrática y punto», precisó-, y denunció la posibilidad de un maridaje Alianza Popular-Centro Democrático en las próximas Cortes, como nuevo cotubernio neofranquista.

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