Mauritania pide más armas a Francia para combatir al Frente Polisario

«No hacemos ninguna declaración a propósito de la respuesta del presidente Valery Giscard d'Estaing al presidente de Mauritania, Moftar Uld Dadah, cuando éste solicitó la venta de armas francesas», nos declaró un portavoz del Elíseo, ayer, después del almuerzo con que fue obsequiado el jefe del Estado mauritano por su homólogo galo. Sin embargo, parece que fue positiva la contestación.

Anteayer, por otra parte, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Louis de Guiringaud, se entrevistó durante dos horas con su colega argelino, Abdelaziz Buteflika, que, pocos momentos antes, había conversado una hora con el ministro español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja. Todos estos encuentros, en el mismo momento en que seis ciudadanos franceses son mantenidos como rehenes del Frente Polisario, parecen confirmar que se agudiza la situación en el Mediterráneo occidental y, en especial, el problema del Sahara, occidental.El presidente de Mauritania, que pasó por París en viaje privado, solicitó durante su almuerzo con el señor Giscard d'Estaing, la venta de armas francesas, según confirmó él mismo al salir del palacio del Elíseo. También solicitó ayuda técnica, es decir, instructores. A pesar del mutismo oficial sobre la respuesta del señor Giscard, en París se aseguraba ayer que Mauritania recibirá la ayuda pedida.

De la entrevista, mano a mano, entre los señores De Guiringaud y Buteflika, no se ha revelado absolutamente nada, pero la considerable duración de la misma (dos horas) y el que, probablemente, se encuentren de nuevo este mismo jueves, al final de la conferencia «Norte-Sur», hace pensar que el diálogo no ha sido negativo, aunque también indica que el problema del Sahara se encuentra en un momento delicado.

Las relaciones franco-argelinas se han degradado de manera importante como consecuencia de la detención de seis franceses por el «Polisario», que, como es sabido, está apoyado por Argelia en su lucha por la autodeterminación del Sahara occidental.

Por su parte, el Partido Comunista Francés ha tomado este asunto en sus manos, calificando de «escandaloso» el comportamiento del Gobierno galo. En su opinión, Francia no ha hecho nada en favor de la liberación de los seis rehenes.

Conviene advertir que el PCF defiende la lucha del «Polisario».