Preocupa la suerte de los rehenes que aun siguen en el tren holandés
Tras la liberación, en la madrugada de ayer, de los 105 escolares holandeses que los terroristas moluqueños mantenían cautivos en una escuela de Bovensmilde, subsiste ahora una gran preocupación por la suerte de los 56 pasajeros del expreso Rotterdam-Groninga, inmovilizado por otro comando moluqueño en las cercanías de Assen, a pocos kilómetros de Bovensmilde.
En algunos medios policiales holandeses se estimaba anoche que los terroristas podrían ahora endurecer sus condiciones en relación con esos rehenes, que ya sufrieron tres simulacros de ahorcamiento el jueves pasado. El Gobierno holandés, presidido por el primer ministro Joop den Uyl, se mantuvo reunido durante toda la jornada de ayer para estudiar la situación, y se cree que ha llevado a cabo una serie de negociaciones secretas con los nacionalistas moluqueños.La liberación de los niños
Aproximadamente la mitad de los niños liberados ayer se encontraban aquejados de una enfermedad contagiosa, al parecer, intestinal, no especificada. Los moluqueños mantienen aún como rehenes a cuatro maestros, afectados también por la enfermedad. La operación de liberación de los niños duró tres horas. Los terroristas sólo permitieron que se acercaran las ambulancias, una a una, para trasladar a los muchachos. En muchos casos hubo que emplear camillas. Las últimas liberaciones se concretaron a las 3.45. Poco antes, cuando aún que daban algunos niños en la escuela, uno de los terroristas empuñó un megáfono y empezó a gritar nuevas condiciones y exigencias. Un oficial debió acudir a la puerta de la escuela. Durante veinte minutos se mantuvo una tensa negociación. Finalmente, la columna de camillas comenzó a avanzar de nuevo. A las tres de la mañana ya se habían congregado en las inmediaciones los padres de los niños y numerosos vehículos. Al encontrarse con sus padres, algunos de los niños se mostraron orgullosos de su «aventura».
Entretanto, la misteriosa enfermedad no inspira cuidados a los médicos. El ministro de Justicia, Van Agt, ha negado que haya sido provocada por un virus introducido en la escuela por la policía.
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