El pleito de Ruiz-Giménez
Acogiéndome a lo establecido en el artículo 58 de la vigente ley de Prensa e Imprenta, me veo en la necesidad de rogarle publique en el diario de su digna dirección las precisiones que seguidamente le transcribo para replicar a la nota redactada por don Joaquín Ruiz Giménez Cortés, que han inserta do en el número de fecha 20 de los corrientes.1. D. Fermín Alonsio Alonso me vendió, por documento privado de fecha 8 de octubre de 1976, un solar en Villaverde, por el que pagué a cuenta del precio la suma de doce millones de pesetas.
2. El solar me fue ofrecido en venta con verdaderá insistencia por el señor Ruiz Giménez Aguilar, que a la sazón era mi abogado, y su padre político, don Gerardo Martínez Prieto, quien medió en la operación como corredor de fincas. Fue precisamente la hija de este señor y esposa del señor Ruiz Giménez Aguilar, doña María de la Concepción Martínez, quien me llevó en su propio coche á conocer el solar, y los tres me insistieron en que lo adquiriera asegurándome que era una magnífica operación y que la deficiencia registral no tenía importancia porque se resolvía fácilmente.
Al señor Alonso Alonso, que me fue presentado por ellos, no le he visto nada más que en dos ocasiones en mi vida. La primera, al firmar el contrato de compraventa y pagarle tres millones de pesetas, a cuenta del precio; la última, al abonarle los nueve millones de pesetas restantes.
Confiando plenamente, por tanto, en la solvencia moral de las tres personas primeramente citadas, y en la competencia profesional del señor Ruiz Giménez Aguilar, que redactó el contrato de compraventa, me decidí a adquirir un solar que, si no hubieran mediado tales personas, no hubiera comprado. Si por parte de estos señores hubo una actuación dolosa es cuestión que sólo a los Tribunales corresponde determinar.
3. Un par de meses después de otorgar el contrato de compraventa y abonar los doce millones de pesetas, a cuenta del precio, tuve conocimiento en forma casual de la irregular situación del solar y, a pesar de recíamar reiteradamente de forma amistosa al señor Ruiz Giménez Aguilar que diera una solución. a la misma, no obtuve al principio nada más que buenas palabras y, después, la callada por respuesta.
4. El señor Alonso fue detenido por la Guardia Civil, por la comisión de otro delito, y, en el interrogatorio, al parecer, se confesó autor de varias estafas, y entre ellas de la que yo fui perjudicado.
En razón de ello fui citado por la Guardia Civil y en la declaración, lógicamente, hice referencia a la forma de producirse los hechos y, como consecuencia, la acción que yo venía demorando interponer, se inició en base a tales declaraciones.
5. Desconozco cómo se filtró la noticia a la prensa, pues yo he tratadó de llevar este asunto en los estrictos límites de una acción legal, pero dado la notoria publicidad que la otra parte ha dado al asunto, no tengo más remedio, para proteger mi buena fama, que hacer las siguientes puntualizaciones:
a) Se ha dicho que se había interpuesto contra mí una querella por denuncia falsa. Ignoro si ello es cierto, pero resulta evidente que, según establece el artículo 325 del Código Penal, tal querella no puede ser admitida por el juzgado mientras no se haya sobreseido previamente la denuncia actualmente en trámite, en cuyo procedimiento pienso formalizar querella. No procede, por tanto, prejuzgar en ningún sentido la acción de la Justicia y en su día se verá lo que resulte de estas acciones.
b) Es incierto que me presentara en el despacho del señor Ruiz Giménez Aguilar, la mañana de su detención, «con amenazas y coacciones» como se dice en la nota replicada. Me personé con el deseo de ver al señor Ruiz Giménez Cortés, que se hallaba ausente, para tratar de que su mayor autoridad encontrara una'solución al tema, pues estaba citado por la Guardia Civil para las cuatro de la tarde y mi declaración no podía desconocer la realidad de los hechos.
c) Es absoluta y totalmente incierto que estos hechos se hayan montado por un motivo político, con ánimo de desprestigiar al señor Ruiz Giménez. Jamás he sido políticó; no estoy afiliado a ningún partido, ni tengo interés personal alguno en el próximo proceso electoral.
Incluso se da la circunstancia de que si, indirectamente, he favorecido a algún partido, ha sido al del .señor Ruiz Giménez, pues por las relaciones de amistad existentes con él, he entregado en diversas ocasiones algunos donativos para Justicia y Paz y otras instituciones que él dirige.
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