"Petición mayoritaria"
La petición de oreja para Dámaso González ayer, evidentemente distaba mucho de ser mayoritaria, pero, aún así, fue más numerosa que la que hubo para Julio Robles en la tarde lluviosa del lunes. Sin embargo, el presidente concedió el trofeo a Robles y lo denegó a Dámaso. ¿Cómo reaccionó el público? En el caso de Robles, protestó la vuelta al ruedo. En el de Dámaso González, ni siquiera hubo vuelta al ruedo, porque, arrastrado el toro, la Plaza sancionó su actuación con división de opiniones.Los presidentes tienen aquí una clara lección de lo absurdas que son muchas de las orejas que conceden porque las pide el público. Está claro que quien flamea el pañuelo, al tiempo grita, y es ésta una presión que la presidencia debe orillar, para atenerse, estrictamente, a lo que el reglamento dice: petición mayoritaria.
El palco debe ser siempre justo, por definición, pero más en Madrid, porque así lo exige la seriedad y la categoría de la plaza. La generosidad dará muy buen cartel al presidente, entre taurinos, pero está claro que esa no es su misión.
Babelia
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