Presentación de la candidatura por Madrid "Senadores para la democracia"

Con un minuto de silencio por los recientes muertos habidos en el norte de España finalizó ayer, en uno de los salones de un hotel madrileño, completamente abarrotado de público, el acto de presentación pública de la candidatura por Madrid denominada Senadores para la democracia, formada por Mariano Aguilar Navarro, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Manuel Villar Arregui, de la Federación de la Democracia Cristiana (FDC) y Joaquín Satrústegui, de Alianza Liberal (AL).Los sucesos del País Vasco fueron recordados por algunos de los oradores, hasta el punto de que uno de ellos, Joaquín Satrústegui, llegó a pedir públicamente la amnistía total «al hijo del que ha sido siempre mi rey y que ahora es Rey en toda plenitud pero que no será mi Rey hasta que no haga un gesto de verdadera reconciliación, que no consiste sólo en superar nuestra guerra civil, sino también en superar los últimos años de dictadura». Antes de hablar los candidatos, pronunciaron unas palabras Joaquín Ruiz-Giménez, José María de Areilza y Enrique Múgica, presentes en el acto. El primero de los candidatos en dirigir la palabra al público presente fue Mariano Aguilar Navarro, quien se refirió a los graves problemas que plantea ya el País Vasco y que puede plantear en un futuro inmediato Canarias, y a las soluciones que podrían darse a los mismos desde un Senado democrático. Joaquín Satrústegui manifestó su satisfacción por contribuir a impulsar las fuerzas básicas de la democracia: liberales, demócrata-cristianos y socialistas. Manuel Villar Arregui, por su parte, definió a la candidatura Senadores para la democracia como «lanza enviada desde las profundidades de la sociedad española hacia el mismo corazón de un Estado democrático». Tras preguntarse qué sentido tenía la candidatura al Senado denominada de Unidad socialista, el señor Villar Arregui atacó a Alianza Popular y a la Unión del Centro Democrático, a la primera calificándola de residuo de la autocracia y a la segunda de plataforma generada por el Poder para sostenerse en el Poder mismo.