El noventa por ciento de las urgencias pediátricas no lo son en realidad
La crítica situación que padece la asistencia pedriática en Madrid tiene unas causas estructurales muy concretas, entre las que la principal es la no existencia de centros en la base (ambulatorios y servicios de urgencia en los barrios) y en niveles intermedios (hospitales medios con capacidad de análisis y diagnósticos). La desconfianza de las familias hace que un 75 % de las urgencias que llegan a La Paz, por ejemplo, no hayan pasado previamente por consulta alguna, y que el 90 % de los casos no sean realmente urgentes.
A consecuencia de la falta de planificación, todos los grandes hospitales de Madrid están en la zona norte de la capital, cuando las urgencias provenientes de la zona sur del Area Metropolitana, son tres y cuatro veces más numerosas. Unos 3.000 niños en estado grave acuden de esta zona, anualmente, en un viaje superior a los treinta minutos. En cambio, unos 30.000 niños, no graves, que anualmente acuden, a los servicios de urgencia de La Paz, podrían ser atendidos perfectamente en sus barrios, si dispusieran de medios. Según un estudio económico realizado en sus líneas generales, el tiempo, los gastos de trasporte y de dedicación de personal que se invierte en estos casos, sería suficiente para construir un hospital de zona.Hay que tener en cuenta que sólo entre Leganés, Getafe y Alcorcón suman el 64 % del total de urgencias provenientes del Area Metropolitana.
Analizando estos datos, la mesa redonda llegó a una serie de propuestas que se enviarán a todos los organismos implicados. Son:
- Crear departamentos pedriátricos en todos los hospitales de la Seguridad Social, que no los tengan aún, como el centro Ramón y Cajal, Gran Hospital del Estado y Puerta de Hierro, y edificar, preferentemente, el Hospital Infantil de la Ciudad Sanitaria Primero de Octubre.
- Potenciar y equipar con servicios de urgencia los hospitales que sólo dispongan de departamentos de pediatría.
- Sectorización pediátrica de Madrid independiente de la de adultos. Hay que valorar que en las zonas nuevas, el número de matrimonios jóvenes con hijos es muy superior al de zonas de población más madura, donde el número de niños es comp arativamente muy reducido.
-Crear un servicio especial de urgencia para niños, independiente del actual, que contempla a todas las edades.
- Instalar una central de coordinación e información que controle diariamente el número de urgencias y de camas disponibles.
- Reestructuración y planificación sanitaria pediátrica a nivel nacional, con participación democrática de los facultativos interesados.
Mejorar la base
En el coloquio que comenzó a continuación, se insistió en la idea de que lo realmente prioritario es mejorar la asistencia en los barrios. Construir más grandes hospitales no hará, sino aumentar el número de familias que se deciden a llevar a sus hijos directamente, motivadas por una desconfianza muy acusada a los servicios que se prestan en los .actuales consultorios y ambulatorios. Se apuntó la necesidad de proliferación de centros intermedios de diagnosis y hospitalizaciones cortas, de poca gravedad, que actuaran de «filtro», para que al gran hospital llegaran sólo los casos realmente necesitados.Se insistió, asimismo, en la creación de cartillas individuales, no familiares como las que rigen ahora, para distribuir a los enfermos según sus edades y sus características peculiares. Los organizadores de la mesa pidieron presupuesto a IBM para conocer el coste de la operación, que ascendería apenas a dieciocho millones.
Se habló, además, de la deficiente preparación que muestran algunos médicos de consulta, que no son específicamente pediatras, y se dijo que, debido al carácter de la profesión, los médicos no buscan destino en los lugares donde son necesarios, sino en aquellas grandes ciudades donde se van a sentir gratificados, económica y profesionalmente.
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