Los servicios de espionaje militar USA deben actuar en el marco de la ley

Los servicios secretos militares norteamericanos deberán realizar sus operaciones «estrictamente de acuerdo con la ley», según una reciente orden del secretario de Defensa, Harold Brown. que pidió también ser informado «sin vacilación» de cualquier tipo de abuso o violación de la ley cometido por el espionaje militar. Esta decisión, similar a las adoptadas por los dirigentes de la CIA y la FBI, corresponde al deseo del nuevo Gobierno norteamericano de evitar las «pesadillas» causadas a la anterior Administración por las prácticas ilegales desarrolladas por los servicios de espionaje.Brown comunicó esta decisión el pasado 8 de febrero, en un memorándum confidencial dirigido a los directores de la Agencia Nacional de Seguridad y de la Agencia de Espionaje de la Defensa (DIA), así como a los subsecretarios de los tres ejércitos, que controlan los servicios de espionaje de cada arma. El contenido esencial del memorándum fue hecho público ayer por el diario The New York Times, quien califica las medidas adoptadas por Brown como más rígidas que las tomadas con la CIA y la FBI.

El secretario de Defensa dispuso, asimismo, la creación de un cargo de inspector general del espionaje militar, que investigará todas las operaciones desarrolladas por éste, sin que importe su lugar o grado de secreto. Brown reconoce la importancia de las actividades de espionaje y contraespionaje militar y piensa dar «alta prioridad» a las mismas durante su mandato, pero aseguró que no admitirá ningún tipo de actos que «violen o infrinjan los derechos constitucionales de los ciudadanos norteamericanos».

Operaciones encubiertas

Por su parte, el director de la Agencia Central de Espionaje norteamericana (CIA), Stansfield Turner, manifestó en una entrevista concedida al semanario US News and World que su organización no puede abandonar las operaciones encubiertas y que no existen nuevas limitaciones a las mismas, excepto «las prohibiciones específicas de asesinatos, algo que yo no podría permitir de ningún modo». Cualquier acción secreta tomada por la CIA deberá ser aprobada previamente por el presidente y comunicada al Congreso, manifestó Turner en la entrevista citada.Para el director de la central de espionaje norteamericana es conveniente que se desclasifique el mayor número de información secreta posible, para conseguir de este modo una mejor protección para los auténticos secretos, pese a que, según sus palabras, «un público bien informado es la mayor fortaleza de nuestra nación».

Turner no cree que los soviéticos estén tomando la delantera a Estados Unidos en ningún aspecto, y cita Africa como la amenaza más urgente, pero no la más vital, que plantea Moscú en la actualidad a la seguridad de Estados Unidos.

Por último, Griffin Bell, ministro de Justicia norteamericano, del que depende directamente la Oficina Federal de Investigación (FBI), asegura en otra entrevista publicada por el citado semanario que continuarán los procesos contra los agentes de la FBI que hayan violado la ley en el curso de sus investigaciones.

Bell afirma también que Clarence Kelley, actual director de la FBI, heredado de la Administración anterior, quiere dimitir el 1 de enero, y que se preparará su sucesión en los próximos meses.