Francia solicita la mediación argelina ante el Polisario
El ministro de Asuntos Exteriores francés, Louis de Guiringaud, ha solicitado oficialmente a Argelia que «utilice su influencia cerca del Frente Polisario con el fin de que los seis franceses secuestrados por la columna saharaui sean liberados. Según Rabat, esta columna se halla rodeada y acosada por tropas marroquíes y mauritarias. Sin embargo, las tropas saharauis habrían regresado ya a sus bases, según afirma un comunicado del propio Frente Polisario, que parece corroborado por la noticia de procedencia mauritana de que «ya no hay combates en tierra desde el miércoles por la tarde entre saharauis y mauritanos». Las bases citadas no se encuentran obligatoriamente en territorio argelino, ya que un.portavoz polisario ha confirmado que «tienen bases por doquier en el territorio liberado de la República Arabe Saharaui Democrática, a lo largo del Sahara, e incluso en Mauritania y en el sur marroquí».Según fuentes saharauis, la suerte de, los seis franceses depende «de la decisión del Gobierno de la RASD, que será tomada de acuerdo con la posición que adopte París». Esta actitud influya acaso en la proyectada venta de material bélico por parte de Francia a Marruecos, teniendo en cuenta que la cooperación militar entre Marruecos y Mauritania se ha desarrollado espectacularmente en los últimos tiempos.
En todo caso, el ministro francés de la Cooperación, Robert Galley, que antes de salir ayerpara Mauritania se indignaba en las pantallas de la televisión de la acción militar saharaui con argumentos muy poco diplomáticos y políticos, suministrará en breve a su Gobierno un detallado informe de la situación. Lo que parece improbable es que, Francia, que ha escogido ya intervenir en Africa, a raíz de los acontecimientos en Zaire, pueda seguir manteniéndose al margen en el problema saharaui.
La prensa independiente, de centro o de izquierda destaca especialmente el riesgo de que la «entente París- Rabat-Nuaktchott» desencadene una nueva intervención francesa en el continente africano, y a este respecto se recuerda no solo el alto grado de comprensión entre el presidente Giscard y el rey Hassan II, sino la clara toma de postura del jefe del Estado francés a favor de la tesis marroquí en el conflicto del Sahara Occidental.
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