Concedida la extradición del neofascista italiano Marco Pozzan

Los neofascistas italianos Heliodoro, Pomar y Elio Massagrande, residentes en España desde hace algunos años, no serán entregados al Gobierno de su país, según resolución hecha pública ayer por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Al mismo tiempo, la misma sala ha concedido la extradición del también neofascista italiano Marco Pozzan, residente en España desde 1973, donde se, instaló con un pasaporte facilitado por un capitán de los servicios secretos italianos, posteriormente detenido por este motivo.

Tanto Pomar y Massagrande como Pozzan eran reclamados por el Gobierno de su país por intentar reconstruir el partido fascista mediante la creación de la organización Ordine Nuovo, declarada fuera de la ley, y en lo que se refiere al último citado, también por su supuesta participación en múltiples atentados, entre ellos el del Banco de la Agricultura de Milán, en diciembre de 1969, que ocasionó dieciséis muertos y numerosos heridos. Los dos primeros están procesados en España en el sumario abierto a raíz del descubrimiento de la fábrica de armas de la calle Pelayo de Madrid, en el que también está implicado Mariano Sánchez-Covisa jefe de los guerilleros de Cristo Rey.La justicia española ha considerado que no procedía la extradición de Pomar y Massagrande, de acuerdo con la tesis del fiscal y de los abogados defensores Juan Muñoz Campos y Servando Balaguer, porque el delito de intentar reconstruir el partido fascista hay que considerarlo de naturaleza, política. Como se sabe, tanto el tratado hispano-italiano, de 3 de junio de 11868, actualmente vigente, como la ley de 1958, excluye la extradición para los delitos políticos. Caso distinto es el de Marco Pozzan, acusado también de delitos que pueden ser considerados de naturaleza. Sólo uno de éstos podrá ser juzgado en su país, pues la resolución dictada por el tribunal español ha dejado bien en claro que no podrá ser perseguido por el supuesto delito de intento de reconstrucción del partido fascista, por ser de naturaleza política. Marco Pozzan deberá ser entregado a las autoridades italianas en el plazo de quince días.

A la vez que se hacía pública la resolución de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional sobre los tres neofascistas citados, en la misma sala se vio ayer la petición de extradición del también neofascista italiano Salvatore Francia. El Gobierno italiano ha solicitado del español su extradición bajo la acusación de que pertenecía a Ordine Nuovo. El fiscal se opuso a la extradición, por estimar que dicha acusación es de carácter político. Su abogado defensor, José Luis Jerez, invocó, por su parte, el artículo cuarto de la Convención de París y dijo que se le reclama por delitos ya amnistiados incluso en España.

Salvatore Francia, turinés, de 39 años, jefe de Ordine Nuovo para Liguria y Piamonte, fue en carcelado en su país en 1972 por organizar campamentos paramilitares en los Alpes. Su profesión es la de cámara de televisión y ha dirigido dos revistas de carácter fascista: Quaderni Neri y Anno Zero. En rebeldía fue condenado a cuatro años de prisión por adiestrar militarmente a militantes fascistas y enseñar prácticas de sabotaje y uso de armas. La primera entrada en España de la que se tiene constancia la realizó en el año 1974. Fue detenido por la Guardia Civil en Málaga a últimos de febrero pasado a raíz del descubrimiento de la fábrica de armas de la calle Pelayo, de Madrid.