El líder de los "jusos" será expulsado de la socialdemocracia alemana
La directiva del Partido Socialdemócrata alemán ha suspendido, por tres meses, al abogado berlinés Klaus-Uwe Benneter como jefe de los jóvenes socialistas, y ha pedido a la sección berlinesa del mismo partido que incoe un proceso disciplinario contra él con el fin de excluirle de sus rifas. Esta decisión significa, prácticamente, el punto crítico de la crisis interna de la socialdemocracia, cuya división ideológica ha ido incrementándose desde el Congreso de Bad Godesberg, hace dieciocho años.
A las primeras amenazas de la directiva del Partido Socialdemócrata contra Benneter, elegido jefe «juso» en Hamburgo, a mediados de marzo, por una exigua mayoría, ha seguido ahora un ultimátum y el cese como líder de las juventudes del partido. Los «seniores» del partido pidieron en dos ocasiones Benneter que anulase cualquier proyecto de cooperación con los comunistas. En su última declaración, el abogado berlinés declaró que, a su modo de ver, la socialdemocracia, en cuanto partido de trabajadores, considera a los de mocristianos un sector «enemigo de clase», mientras que los comunistas serían competidores políticos, pero no enemigos.Willy Brandt, presidente del SPD y Egon Bahr, este último responsable de relaciones interiores del partido, declararon que esta apreciación uno es socialdemócrata» y pidieron al líder juvenil que «extrajera las consecuencias de su actitud» es decir, que dimitiese. Por su parte, el promotor del ala derechista de la socialdemocracia,
Egon Franke, ministro de Cuestiones Interalemanas, ha dicho que «se siente más cercano a las posiciones de la Democracia Cristiana que a las que representan los jusos». Incluso ha reclamado que se «racione» el uso del término «socialismo», aunque se trate de un «socialismo democrático». Según Franke, esta aspiración no era uno de los objetivos principales del programa de Bad Godesberg, de 1959, por el que la socialdemocracia dejó de ser un partido de clase y abandonó su base ideológica marxista.
En este orden de cosas, y a nivel comunal, empieza a perfilarse la crisis en Hessen. En la ciudad de Marburgo, en cuyo consejo municipal figuran seis comunistas desde las últimas elecciones, se ha llegado a una ruptura virtual de la socialdemocracia. Este partido, junto con la Democracia Cristiana, tratan ahora de reducir el número de escaños en la Dieta local para anular el peso de la media docena de representantes comunistas, que están respaldados por un sector socialdemócrata.
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