Quien esté libre de pecado
Está de moda en la actualidad el discutir los «Derechos Humanos» y criticar a aquellos países en donde estos derechos no se respetan. Naturalmente, el país más atacado y censurado es la Unión Soviética, y dichos ataques parten casi exclusivamente de los Estados Unidos u otros países inspirados o aleccionados por ellos.Dificilmente encontraremos en la Historia un país que haya cometido más tropelías, atropellos y vandalismos en este sentido que los Estados Unidos de América, y todos ellos en nombre de la libertad y de la democracia.
La relación de éstos es extensa y prolija, pero bastaría citar Unos cuantos ejemplos: la monstruosa guerra del Vietnam, con sus bombardeos y destrucción masiva de gentes y ciudades, que no sólo se limitó a este país, sino que se extendió a Camboya y Laos; las dictaduras de extrema derecha establecidas en Chile, Uruguay, Argentina y Brasil, por no hablar de Centroamérica, que se puede considerar como una «finca» norteamericana, con capataces a sus órdenes.
En todos estos países se aplica a los «disidentes» toda clase de torturas, físicas y morales, según ha denunciado las Naciones Unidas en más de una ocasión. También desaparecen los enemigos de los dictadores sin que nadie -ni círculos familiares- vuelva a saber nada más de ellos, se ametralla a los «terroristas» de izquierda con absoluta impunidad... y todo ello consentido, apoyado y subvencionado por los Estados Unidos de América del Norte. Este país ha sido el más directo responsable de los cuarenta anos de dictadura franquista en Espana.
No es un honor para la Unión Soviética, ni motivo de vanagloria, que aún tenga que recurrir al cómodo y ridículo expediente de internar en hospitales psiquiátricos a todos aquellos que difieren o discrepan del sistema político, y que se les llame «locos» o «inadaptados».
Madrid
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