_
_
_
_

Las consecuencias del juego democrático

«Reconocer un partido presentado desde hace cuarenta años como un monstruo sediento de sangre, responsable de centenas de miles de muertos, no era un asunto fácil. Desde hacía algunos meses, el primer ministro, Adolfo Suárez, dudaba, aunque estaba persuadido de que era necesario llegar a una decisión para dar credibilidad a su voluntad democrática. Había intentado endosar esta responsabilidad al Tribunal Supremo, alegando que el problema era jurídico; pero aquél había rehusado pronunciarse, satisfecho de poner en dificultades al nuevo Gobierno.Frente a la Oposición. que comenzaba a impacientarse, amenazando con boicotear las elecciones, Adolfo Suárez decidió dar el paso.

De hecho, hasta ahora, todo ha sucedido de la mejor manera posible. El Consejo Superior del Ejército ha expresado su repulsa ante la legalización del Partido Comunista, pero la ha aceptado por el espíritu de disciplina. (...) 18 abril

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_