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Mondale pasa a dirigir la política africana de Washington

El vicepresidente norteamericano Walter Mondale es el encargado de dirigir la política africana de Estados Unidos desde hace unos días. Este nombramiento se interpretó en algunos círculos políticos norteamericanos como un deseo de Carter de controlar los excesos verbales de su embajador en la ONU, Andrew Young, que ha creado ya varios problemas diplomáticos a Washington. En otros sectores se piensa, sin embargo, que la afinidad ideológica existente entre Mondale y Young supondrá de hecho un refuerzo de la posición del polémico embajador.Andrew Young, de 44 años, antiguo congresista por Georgia y activista de la lucha por los derechos civiles junto al reverendo Luther King, se ha convertido en menos de tres meses en el «enfant terrible» de la nueva Administración. Su amistad personal con Jimmy Carter habría servido, según algunos, para que Young se sintiera firme en su puesto y hablara públicamente de forma clara y sincera. No falta tampoco quien piensa que todas las declaraciones conflictivas del embajador han sido previamente sopesadas y aprobadas por la Casa Blanca.

De hecho, las palabras de Young han provocado más reacciones en otros medios políticos que en los cercanos al poder. Ni la Casa Blanca, ni el Departamento de Estado han desmentido a su embajador en la ONU, con la excepción de sus declaraciones so bre el Gobierno de Suráfrica, al que calificó de «ilegítimo», para rectificar después y decir que es «moralmente ilegítimo».

Cuando Andy Young acusa a Idi Amin de asesino, a los británicos de haber inventado el racismo o al Presidente Mobutu de no saber lo que ocurre en su país, o cuando dice que la intervención cubana en Angola tuvo un efecto estabilizador, o que Norteamérica se está dejando vencer por sentimientos paranoicos hacia los comunistas, el «establishment» tradicional de Washington se conmueve de arriba abajo. Carter y Mondale disculpan con una sonrisa o apoyan sus palabras expresamente y los medios conservadores del Congreso dejan oir sus protestas.

«Esta es una Administración abierta, y el embajador Young dice lo que piensa. Eso es lo que queremos», afirmó recientemente el vicepresidente Mondale.

Aunque el nombramiento de Mondale como encargado de los asuntos africanos se hiciera público coincidiendo con el escándalo provocado por las palabras de Young sobre Suráfrica, lo cierto es que tal decisión había sido tornada por Carter casi un mes antes, con ocasión de la visita del premier británico, James Callaghan a Washington y las conversaciones sobre el cono sur africano.Andrew Young, por su parte, declaró que el nombramiento de Mondale no limitaría sus funciones como embajador en la ONU y dijo que había suficiente trabajo en la zona para todos los que quisieran colaborar. Mondale y Young, miembros ambos de la Comisión Trilateral, como el presidente Carter y, el secretario de Estado Vance, parecen tener más puntos de contacto que diferencias, lo que les permitirá realizar una política coherente hacia Africa, con o sin declaraciones polémicas.

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