Lucha contra la inflación y el paro, objetivos prioritarios
Tras reconocer que «no hay soluciones mágicas en la batalla contra la inflación», el presidente Carter reveló ayer su paquete de medidas económicas antiinflacionistas y descartó el mantenimiento de un alto índice de desempleo como medio para controlar el alza de precios, por considerarlo «moralmente inaceptable».Carter anunció formalmente su renuncia a la proyectada devolución de cincuenta dólares de impuestos a prácticamente todos los ciudadanos norteamericanos, como método de reactivar la economía. Los últimos datos sobre la situación económica del país permiten calificar a ésta de buena, por lo que la Administración demócrata decidió dar marcha atrás en su proyecto de estímulo económico. Carter aseguró, incluso, que si el Congreso aprobaba una reducción de impuestos vetaría la ley, por considerar la "irresponsable" e «inflacionista».
Mientras Wall Street reaccionaba a esta decisión con un alza desacostumbrada de las cotizaciones, el, presidente norteamericano hacía una llamada a los sindicatos y a los empresarios para que cooperen con el Gobierno federal en la lucha contra la inflación.
La meta de la nueva Administración norteamericana es reducir la tasa de inflación al 2% anual para finales de 1979, según anunció el presidente. La tasa de inflación durante el año pasado fue ligeramente inferior al 6 %.
Para conseguir este objetivo, que es mirado con cierto escepticismo en la mayor parte de los sectores económicos, Carter señaló tres grandes líneas de actuación: una política presupuestaria federal que promueva el crecimiento económico y evite la superestimulación; acciones gubernamentales específicas para combatir la inflación y esfuerzos voluntarios por parte de las empresas, los trabajadores y el Gobierno.
En cuanto al desempleo, que alcanza actualmente la cifra de siete millones de parados, o el 7,4% de la fuerza laboral activa, Jimmy Carter expresó su preocupación por el tema y rechazó cualquier sistema de control inflacionista que suponga un alza del desempleo, lo que -dijo- sería «moralmente inaceptable», además de ineficaz.
A nivel más específico, las acciones previstas en el paquete económico presentado ayer por Carter al país son las siguientes: disciplina fiscal para conseguir un presupuesto federal equilibrado para 1981, ayuda a la agricultura y la industria para conseguir mayor productividad; minimizar, mediante negociaciones, los cambios en los precios mundiales de los cereales y el azúcar; cooperación con otras naciones, a través del Fondo Monetario Internacional, para controlar la inflación mundial; reforzamiento de las leyes antimonopolistas; esfuerzos para atemperar los incrementos salariales y creación de stocks de productos estratégicos en previsión de un embargo de éstos en tiempos de paz.
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