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Reportaje:

"La guerra civil española fue la más politizada del siglo"

«Si no hay un accidente terrible, España entrará con normalidad en la democracia», dijo el profesor Jackson a EL PAIS en el curso de la entrevista celebrada con motivo de la presentación de su libro La República española y la guerra civil. En esta presentación, que se celebró ayer en un hotel madrileño, y en la que Ramón Tamames oficiaría de introductor, el propio Gabriel Jackson daría una conferencia y el personal, todo Madrid, recordaría aquel homenaje que, en la presentación barcelonesa, dedicó Juan Benet a los contrabandistas de libros: el medio por el que esta historia ha llegado a los españoles, exiliada y prohibida, hasta ahora, en sus ya quince años de existencia.

«Mi libro se diferencia de los de otros historiadores extranjeros en el conocimiento que creo que tiene, que le permite ver el problema desde dentro. Eso es lo que le separa de Hugh Thomas y Broué, por ejemplo. Y lo que le hace más paralelo a la de Julián Zugazagoitia, el antiguo director de El Socialista. Yo quería ver la guerra civil en la perspectiva no sólo de la República, sino de ese enfrentamiento de las dos Españas, la España negra y la España roja, que venía ya desde la revolución francesa, las guerras carlistas, etcétera. Los demás, o no han sabido o no han querido ver esto.»«Yo digo en mi libro -sigue el profesor Jackson- que la guerra civil, la más politizada del siglo, fue una guerra ideológica, que de algún modo fue un poco la revolución francesa y la revolución rusa y la última de las guerras carlistas fue el clímax del enfrentamiento, ya histórico, entre liberales y conservadores, entre la España roja y la España negra, que duraba ya más de un siglo.»

Sobre la aparición de su libro en España, señaló que: «Creo que es la señal de una nueva libertad de prensa y de expresión, indispensable en el camino hacia el pluralismo.» Preguntado sobre la situación actual española, Gabriel Jackson -que se siente incómodo en el tema, «porque soy un profesor norteamericano y aunque quiera no puedo seguir día a día los acontecimientos políticos españoles. Para mí es misterioso el porqué de tantos partidos que, a veces, no puedo distinguir» -dijo que se sentía optimista sobre nuestro inmediato futuro, «si no hay un accidente terrible, y si no hay otra gran depresión mundial, yo espero que España creará una verdadera democracia». «El desarrollo económico y las condiciones internacionales -la crisis actual escapa al control español, pero no tiene las características de sufrimiento de la crisis del 29- son completamente distintas a las de 193 1. Creo que una democracia pluralista es perfectamente viable en la España actual.»

«Las principales dificultades para la democracia -dijo- están en la conducta habitual de la policía, acostumbrada a reprimir al pueblo y en el instinto del Gobierno central de rechazarlas llamadas de autonomía de las regiones periféricas, del País Vasco y Cataluña, etcétera. Estos problemas sí puede resolverlos España al margen de la situación internacional, aunque puede haber dificultades, corno le decía antes, con una crisis muy fuerte. Porque España no controla la economía mundial, en manos de USA, o, mejor, de las multinacionales, de las grandes compañías, del capital internacional, España, que difícilmente controla así su propia economía, no estaría en, condiciones de superar sola una depresión mundial.»

Respecto a su propia perspectiva, al escribir el libro y hacer estas declaraciones, el señor Jackson dijo a EL PAIS: «Digo todo esto desde una perspectiva de demócrata de izquierdas y se lo digo, y lo he dicho en el libro, porque creo que es importante dar al lector esta información. Para mí, lo más importante no es la ideología, sin embargo, sino la justicia, y la razón de los juicios más duros contenidos en mi libro sobre los nacionales está en la dureza innecesaria de su represión, más que en su carácter de conservadores.»

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