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La derecha reconoce la importancia política de los comicios de hoy

La segunda vuelta de las elecciones municipales francesas coloca hoy a la derecha y a la izquierda frente a frente de manera total. La bipolarización del país, iniciada con el gaullismo, se ha consumado. En mayor o menor grado, cada cual conviene en que el avance de la izquierda, el domingo último, va a confirmarse, y la derecha, por su parte, rectifica su rumbo: ahora reconoce la importancia política de los comicios de hoy.

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«Las elecciones municipales se han convertido en un combate político. Hay que considerarlas como una primera lucha con la batalla decisiva: las legislativas.»Esta reflexión la hizo anteanoche el primer ministro Raymond Barre en un mitin electoral, en el distrito 18 de París, el más reñido de la lucha por la alcaldía de la capital, porque en él se presenta el candidato giscardiano, Michel d'Ornano, y su elección como consejero municipal va a ser difícil. El señor Barre, hace pocos días, aún insistía en que «las elecciones municipales no tienen importancia nacional»,

Antes del voto de esta segunda vuelta, definitiva para la elección de 36.575 alcaldes, el silencio absoluto del presidente de la República, Valery Giscard d'Estaing, quizá sea la declaración más expresiva en relación con el impacto de las municipales en el porvenir francés. A la vista del resultado de estos comicios, ¿cuál será su estrategia frente a la probable victoria de su «hermano enemigo», el líder gaullista Jacques Chirac, y ante el clima de victoria de la oposición de izquierdas que se vive en eI país?

La respuesta a esta pregunta, ya en estos momentos, preocupa más que el resultado de esta noche. El líder socialista, Francoise Mitterand, dijo ayer: «Chirac es cómodo para nosotros.Yo lo hubiese inventado. La izquierda no podía soñar con un adversario tan específico. La derecha se reconoce en Chirac y a su lado, Giscard d'Estaing aparece colmo una especie de marginado. Sin embargo, Chirac puede frenar el progreso de Giscard, pero no el de la izquierda.»

No faltan, empero, quienes siguen pensando en que el «sueño» socialdemócrata del presidente aún podría realizarse. Uno de ellos es el líder del incipiente Movimiento de los Demócratas, Michel Jobert: «Yo pienso -afirmó ayer- que Mitterrand se encontrará un día al frente de una gestión centrista.»

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