Piden la unificación de selección para médicos residentes

Desde diversos sectores de los medios profesionales médicos españoles se ha pedido repetidas veces a la Administración, concretamente a los altos organismos de la Seguridad Social, que se unifique y racionalice a nivel nacional el método de selección de médicos, residentes a fin de que los aspirantes que consigan pasar la prueba puedan elegir un puesto en cual quiera de ellos hospitales españoles y no solo en aquellos que convocan los exámenes. Hasta ahora la Administración solo ha respondido con buenas palabras.Las pruebas que fueran a adoptarse a nivel nacional serían elaboradas por un comité conjunto de personal fijo de los hospitales y de candidatos a futuros médicos residentes y aportarían entre otras ventajas la libertad de escoger el orden de prelación los hospitales de la conveniencia de los residentes y se evitaría el traslado frecuente y no planificado de unas plazas a otras.

Según especialistas en el tema, uno de los métodos de selección que se podría adoptar con más fundamento, y posibilidad de éxito es el, que desde hace diez años se viene aplicando, con mayores o menores modificaciones, en el Departamento de Docencia de la Fundación Jiménez Díaz (Clínica de la Concepción).

Dicha método de selección consiste fundamentalmente en tres pruebas integradoras de selección: un test o prueba objetiva sobre materias relacionadas con las diversas especialidades médicas y quirúrgicas (con una valoración del total aproximada de un 70%), una valoración del curriculum del pregraduado en función de la facultad que le otorgó el título (un 10%) y una entrevista personal ante la Junta de Admisión, in la que se tienen en cuenta dos factores: curriculum extrauniversitario y la personalidad (aficiones, dedicación, fines perseguidos) del aspirante (valorado en un 20%).

Estas pruebas, inspiradas, en gran parte en métodos que se practican actualmente en Estados Unidos y países centroeuropeos, tienden a integrar de una manera totalizadora al médico residente en la práctica de su profesión, en opinión de los mismos especialistas. Además de eliminar intrusismos y recomendaciones por el carácter objetivo de las pruebas se pretende que el residente se sienta identificado con la práctica de la asignatura o la materia que él elija. Se trata en definitiva de la fórmula más económica y segura de saber los conocimientos mínimos necesarios para una mejor especialización.

La aplicación de este método aportaría también la programación previa de los niveles mínimos exigidos y de la calidad de la enseñanza recibida o aprendida sin dirección docente. En la actualidad y como resultado derivado se ha logrado establecer unos baremos de calidad de la enseñanza de la medicina en las distintas universidades españolas.

La proyección internacional de este método podría iniciarse en elaboración con el Instituto de Cultura Hispánica, con los médicos hispanoamericanos (unos seiscientos en toda España) a quienes se les podría conceder un porcentaje determinado de las plazas en su acceso a los puestos de residentes.