Inquietud sindical en Italia ante una posible reacción derechista
Con el propósito de reclamar nuevos puestos de trabajo y mayores inversiones en el sur del país, y también para obligar al Gobierno a modificar sus últimos decretos sobre seguridad social y «costos» salariales, los sindicatos italianos han organizado hoy una huelga de cuatro horas en la industria peninsular. Por razones de orden público, el paro previsto para Roma se llevará a cabo el próximo día 23, en el que también se efectuará un mitin del que participarán los principales dirigentes de la central sindical unitaria, Lama, Macario y Benvenuto.
A la huelga de hoy en toda Italia se han adherido no sólo los trabajadores industriales sino también otros del sector público y privado, entre ellos los empleados de las compañías de gas y electricidad, que dejarán de trabajar durante dos horas. Con el fin de destacar los problema del sur del país, la huelga en Cerdeña se prolongará durante veinticuatro horas.Entretanto, los líderes políticos y gremiales de todas las tendencias siguen expresando su preocupación por la ola de violencia que durante las últimas semanas ha conmovido al país.
En unas declaraciones al semanario Panorama, Luciano Lama, secretario de la Confederación General de Trabajadores (CGT), de mayoría social-comunista, dijo que esta violencia « política «podría ser explotada por las fuerzas de la derecha».
Lama fue criticado duramente por los estudiantes cuando en febrero pasado intentó, con un servicio de orden privado de los sindicatos, organizar un mitin en la Universidad de Roma. Aún campean en los edificios universitarios los carteles con eslóganes contra Lama colocados entonces por los estudiantes. «Lama igual a madama», o «Lama lo mismo que las SS».
Lama también se ha referido en. Panorama al peligro del autoritarismo. Al expresar su opinión sobre los graves episodios 'de Bolonia y Roma, la semana pasada el líder gremial dijo: «Cuando se fomenta en la opinión pública una aspiración exclusivista al orden y la estabilización pueden despertarse fuerzas que no conducen a la democracia sino al autoritarismo. Las fuerzas reaccionarias en Italia no han sido sepultadas y por tanto las consecuencias de manifestaciones de esa naturaleza pueden ser graves, por más que quien proteste tenga razón para ello. ».
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