"Arabes y europeos, condenados a entenderse", dice Agnelli
El desarrollo de las relaciones comerciales y financieras entre Europa y los países árabes ha sido el tema de un debate de dos días, organizado por el «European Business Forum», con la cooperación de los periódicos Financial Times, de Londres; La Republica, de Roma, y la revista Investors Chronicle.
Han presidido las sesiones en el «Gran Hotel» de Roma el embajador italiano Egidio Ortona, presidente del Honeywell Information Systems, y el líder laborista inglés Harold Wilson. Los casi doscientos empresarios y representantes de industrias y bancos europeos, americanos, árabes y japoneses que han participado han pagado 30.000 pesetas de cuota de asistencia.Por parte italiana han intervenido el presidente de la Fiat, Giovanni Agnelli, el ministro de Comercio Exterior, Rinalso Ossola, el presidente de la Patronal, Guido Carli, y los comunistas Luciano Barca" portavoz de asuntos económicos delpartido y el sindicalista Luciano Lama. El socialista Antonio Giolitti ha hablado en nombre de la Comunidad Económica Europea, de la que es comisario. La voz árabe estaba representada por el embajador jordano en París, Khalil Salim, el subsecretario de economía egipcio, Gamal el Nazer, el consejero financiero del Kuwait, A. M. el Tanamly y el director del Banco de la Arabia Saudí, Michael Palmer, entre otros.
A Agnelli le ha interesado subrayar que el acuerdo Fiat-Libia es puramente económico. En su opinión, es preciso «instituciónalizar» las relaciones económicas árabe-europeas. Los árabes han demostrado, hasta ahora, preferir Estados Unidos a Europa y, sin embargo, «árabes y europeos están condenados a entenderse para realizar una suerte de simbiosis económica», ha, dicho Agnelli. «Los árabes tienen hoy la obligación de administrar bien la revolución del petróleo», concluyó Agnellí.
Por parte árabe se ha insistido en que el problema de Medio Oriente es, ante todo, un problema político que exige de Europa un empeño político. Tananily ha dicho: «No existimos sólo porque tenemos petróleo, tenemos problemas dramáticos que Europa no puede, ignorar. »
En los dos días de debates se dijo que no es posible un nuevo orden económico internacional sin los árabes. Wilson se ha mostrado pesimista en cuanto a la capacidad de mediación de Europa en el conflicto de Medio Oriente. El líder laborista no cree tampoco en una alianza de los comunistas con los socialistas en el futuro Parlamento europeo. Tenía a su derecha en la mesa al comunista Barca y a su izquierda al portavoz de política exterior conservadora J. E. H. Davies. Ironizando con los comunistas italianos, ha. dicho que estaba satisfecho con esta colocación.
Andre de Lattre, presidente del, Credit Nacional Francés, ha reiterado, que no hay que preocuparse del exceso de dinero árabe que afluye a los bancos europeos, sino de las armas que Europa vende a los árabes. «Ni económica ni moralmente esto tiene sentido», ha concluido.
En este contexto europeo, Italia ofrece al despegue económico de los árabes una tecnología adecuada a sus infraestructuras. Egipto, Túnez, Sudán y la reconstrucción del Líbano se presentan como los mercados preferidos. El ininistro Ossola ha insistido en que, superada la fase de crear una «red protectora» en Europa, «es preciso reordenar el sistema monetario internacional, restituyendo al Fondo Monetario capacidad operativa con los derechos de giro. Acuerdos como el de Fiat con Libia, aumentando la interdependencia con inversiones árabes, consolidan la estabilidad económica mediterránea.
En conclusión, se ha puesto de relieve que una grave crisis de Eluropa aventajaría a las dos grandes superpotencias, USA y URSS, pero no a los árabes.
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