Los soldados británicos juzgados en Dublin, condenados a pequeñas multas

Ocho soldados británicos, que fue ron juzgados por un tribunal especial de Dublín por haber cruzado la frontera del Ulster con el Eire armados y vestidos de civiles, tendrán que pagar simplemente una multa de cien libras (unas 10.000 pesetas) cada uno. Los tres jueces que presidieron la causa les hallaron culpables de poseer armas sin licencia, pero les declararon inocentes de llevarlas para poner en peligro vidas humanas.La satisfacción británica por el veredicto fue expresada al final del juicio por el embajador inglés en Dublín, que asistió a todo el proceso. El Ministerio de Defensa del Reino Unido pagará las multas con las que se ha zanjado uno de los dolores de cabeza diplomáticos más graves que han vivido Gran Bretaña e Irlanda a lo largo de los últimos diez meses.

Los ocho soldados, miembros de una unidad especial, la SAS, que opera en el sur del Ulster desde principios de enero del año pasado, habían cruzado la frontera durante una operación cuya naturaleza no se ha indicado. Según ellos, el traspaso de la frontera se debió a una lectura errónea de los mapas y a la «fatiga» que padecían.

El juicio ha durado menos de veinticuatro horas y se celebró en el tribunal que se usa para las audiencias contra miembros del IRA.