La izquierda y la derecha francesas, unidas en torno al "Concorde"

La ejecución del supersónico franco-británico Concorde, fue retrasada anteanoche por las autoridades del aeropuerto de Nueva York. El organismo que lo dirige tenía que pronunciarse mañana sobre la posibilidad de aterrizaje del avión en el aeropuerto Kennedy. La complejidad jurídica-política-diplomática del asunto parece que forzó el nuevo plazo que se han dado los americanos para, salvo milagro -según se estima aqui-, responder no al final.La batalla que se ha desencadenado en este país para asegurar la vida del supersónico ha alcanzado las proporciones de una cruzada. Los medios de comunicación social, en vísperas de la primera, vuelta de las elecciones municipales, el próximo domingo, ha relegado los comicios a segundo lugar. El Concorde está en la boca de toda la clase política.

«Este grave probiema -dijo ayer el secretario general de los republicanos independientes, Jacques Dominati- pone en peligro las tradicionales relaciones de amistad franco-americanas.

Las razones técnicas y ecológicas invocadas por los americanos para impedir el aterrizaje del Concorde no son las verdaderas razones. Se trata de un problema político.. Los líderes de izquierdas, François Mitterrand y Georges Marchais podrían haber ratificado perfectamente las palabras del líder giscardiano, y de hecho lo hicieron a lo largo del día. A su vez el presidente Valery Giscard d'Estaing., encuentra cada día la oportunidad de defender el Concorde.Ayer anunció que el nuevo plazo concedido será aprovechado para utilizar «todos los medios de persuasión y de convicción»; antes, podría añadirse, de llegar a las «represalias» a las que se dicen dispuestos los franceses: salir de la Alianza Atlántica, impedir el vuelo sobre Francia a los aviones militares americanos o, como proponen los comunistas, «a todos los aviones, civiles y militares», además de boicotear los productos americanos.