Rodesia reforma las leyes sobre segregación racial

El primer ministro de Rodesia, lan Smith, consiguió ayer que el Parlamento apruebe un proyecto de ley que permite, en teoría, a los negros adquirir tierras y establecer negocios en zonas hasta ahora reservadas exclusivamente a los blancos. Estas modificaciones en la legislación sobre discriminación racial fueron aprobadas por 44 votos a favor y doce en contra.Smith, que había tenido que afrontar la escisión en su partido (Frente Rodesiano) de los diputados contrarios al proyecto gubernamentál, consiguió una apretada victoria parlamentaria, ya que los 44 votos favorables supone exacta mente la mayoría de los dos tercios necesarios para la modificación de la legislación racial. Ha conseguido sacar adelante el proyecto gracias a los votos de los parlamentarios ne gros que a última hora decidieron votar a favor en vez de abstenerse como habían anunciado la víspera de la votación.

Mediante esta nueva legislación, desaparece la división de las tierras rurales en dos mitádes iguales entre las comunidades blanca (270.000 personas), y negra (más de seis millones de personas). A partir de ahora, las zonas reservadas a los blancos quedan abiertas a todas las razas, con excepción de 200.000 hectáreas que permanecerán bajo dominio blanco (antes había dieciocho millones de hectáreas, en las que se encontraban las mejores tierras).

Los africanos podrán adquirir tierras en zonas de las que estaban antes marginados. Pero esto sólo tiene valor sobre el papel, ya que el Gobierno prohibirá que las granjas de los blancos se dividan. Esta restricción coloca la mayor parte de la tierra fuera del alcance de los africanos, ya que carecen de dinero para adquirir granjas completas.

En las ciudades, la nueva legislación permite a los negros comprar casas en zonas especiales propuestas para viviendas multirraciales. Las zonas residenciales seguirán siendo de dominio exclusivo de los blancos.

El Gobierno minoritario de Rodesia había considerado vital la aprobación de esta ley para poder seguir adelante con sus planes de alcanzar un «acuerdo interno» con los líderes nacionalistas moderados, excluyendo a los del «Frente Patriótico» de carácter izquierdista.