Informe estremecedor sobre el racismo en Africa Meridional

Como un «verdadero reportaje en el infierno» calificó un delegado de Europa occidental el informe de 217 páginas presentado por un grupo de expertos sobre la violación de los derechos humanos en Africa meridional (Rodesia, Namibia y Africa del Sur), que debate estos días la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

El informe cita la exhortación del secretario de Justicia y Orden Público, hecha al nuevo contingente de poileía en 1976. Las recomendaciones fueron: «No sentir escrúpulos ni fijarse en la minucias de los procedírnientos establecidos, que sólo valen para tiempos normales. »Seeún los documentos presentados por el Consejo Nacional Africano, e incluidos en el iniorme, el régimen de Rodesia, «con su policía, sus fuerzas armadas y sus ciudadanos blancos arrnados, asesina mensualmente a un promedio de trescientos ciudadanos negros, no armados y no combatientes». Esto sin contabilizar la aplicación de torturas feroces.

En la misma documentación se clasifican las «formas» en que se da muerte a los africanos: «Matar por deporte», disparando contra transeúntes africanos inocentes; «matar por castigo», que comprende la ejecución sin proceso previo de los sospechosos de apoyar a los guerrilleros; la destrucción de aldeas enteras (con, sus ocupantes), y las ejecuciones resultantes de procesos judiciales; «matar con fines de intimidación », después de lo cual se exhiben los cadáveres ante la población local africana. «matar como arma contra los combatientes por la libertad», que comprende el dejar que se propaguen las enfermedades en las zonas en que operan los guerrilleros.

Hay una mención especial sobre los procedimientos ilegales mediante los cuales Suráfrica ha ido ampliando cada día su jurisdicción sobre Namibia y las incursiones del Ejército de Rodesia en campos de refugiados de Mozambique, bajo el pretexto de la búsqueda de guerrilleros. La última incursión rodesiana de 1976 arrojó la cifra de 380 refugiados asesinados y varias decenas de heridos.

Durante el debate, la comisión ha comenzado el análisis específico de las consecuencias adversas que tiene para el disfrute de los derechos humanos la asistencia política, militar y económica que se presta a los regímenes colonialistas Y racistas de Africa.

El delegado cubano, en las dos ocasiones en que ha intervenido, ha denunciado la ayuda y las inversiones de Estados Unidos y otros países industrializados en Africa del Sur. Su colega norteamericano propuso como única solución «el urgente aislamiento de Africa del Sur», anunciando que esa era la posición de su país para hacer frente a este «grave problema».