El parto de los montes

«Si uno no creyera ya suficientemente en las ventajas de la democracia sobre la dictadura, le bastaría asistir al acto protagonizado ayer farde por el ministro de Hacienda para acabar totalmente convencido de que este país necesita cuanto antes un Gobierno elegido por el pueblo y responsable ante él. Porque ayer quedó archidemostrado, una vez más, que los Gobiernos digitales no son capaces de enfrentarse en serio con los problemas de nuestra economía.¿Por qué esta «mise en scène» y por qué tanta expectación deliberadamente provocada, para acabar ,al final presentando al país un pseudoprograma económico, políticamente inviable y técnicamente muy deficiente? Si el Gobierno ha querido con ello comenzar su campaña electoral, nuestra opinión es que se ha equivocado y que la reacción va a ser inevitablemente muy negativa.

Aparte de un cuadro macroeconómico que no añade nada nuevo, del anuncio de que los objetivos de política monetaria siguen siendo exactamente los mismos que hace un año, de una inversión pública adicional de 50.000 millones de pesetas, sin especificar su origen ni destino, el pseudoprograma anunciado ayer por el Gobierno no es más que una mezcla incoherente de objetivos y deseos inconcretos, en el que parece olvidarse aquello de que la economía es la ciencia de la utilización alternativa de medios escasos.

El pseudoprograma del Gobierno, tanto en su presentación como en su contenido, tiene mucho de repetición ritual a la que tan acostumbrados nos tenía el franquismo. Las mismas personas, hasta las mismas frases, las hemos escuchado tantas veces en parecidas ocasiones, que el inevitable escepticismo inicial con que comenzamos escuchando a Carriles acabó convirtiéndose en un estado de profunda irritación y pesimismo.

¡Difícil tarea va a ser la del primer Gobierno democrático, si quiere enderezar la situación económica heredada del franquismo!»

23 febrero