Francia, bajo el signo de la bipolarización política

Ayer empezó en todo el territorio francés la campaña oficial por las elecciones municipales. Los días 13 y 20 del próximo mes de marzo serán elegidos 460.450 consejeros municipales por sufragio universal directo. El día 23 del mismo mes estos consejeros procederán en cada una de las 36.000 comunas (ayuntamientos) del país a la elección del mismo número de alcaldes. A pesar de algunas dificultades, tanto en la derecha cómo en la oposición de izquierda la tónica dominante es la bipolarización de las fuerzas políticas.

La campaña oficial se inició de manera apenas perceptible. De hecho, desde hace varias semanas la lucha electoral está presente en la vida cotidiana de todos los franceses. Las elecciones municipales serán un entremés antes de las legislativas, calificadas de históricas, porque la victoria de la izquierda supondría un cambio de sociedad, segun el slogan de la propaganda de la derecha. La importancia mayor de las municipales radica precisamente en la influencia que podrían ejercer, tanto en relación con la fijación de la fecha en que se realizarán las legislativas (previstas, si no hay cambios, para la primavera de 1978), como en su resultado.Al comenzar la actual batalla electoral, el sentido de unidad ha jugado, dé una manera general, en la derecha, que gobierna y en la Unión de la Izquierda. Existen casos espectaculares como el de París, en donde la ina yoría concurre dividida a las elecciones, y el de Marsella, terreno de división de la izquierda. Pero en el resto de Francia los combates, son bipolares; en la gran mayoría de las comunas, las listas de la izquierda se enfrentan a las de la derecha. Según los cálculos de los expertos, el día 13 sólo habría una docena de comunas en las que chiraquistas y giscardistas se presentarán separados

Por otra parte, en la izquierda habría dos docenas de villas o ciudades desunidas. Entre las comunas de Francia, la de París ofrece el mayor interés: es la primera vez en su historia que la capital tendrá alcalde, ya que hasta la fecha estaba dirigida por un Consejo Municipal tutelado por el Estado y, en consecuencia, sin poderes reales. A la vez, el desafío del presidente de la Unión por la República (RPR) gaullista, Jacques Chirac, al candídatogiscardiano, Michel d'Ornano, superpolitizó la batalla y le confirió carácter nacional.

Ayer, en su primer mitin de la campaña oficial, efectuado en el Circo de Invierno de París, el señor Chirac reiteró: «La elección municipal de París preludia las próximas elecciones legislativas.» Esta reunión, como las últimas manifestaciones de los líderes de la mayoría gubernamental, indicó qué las discrepancias entre gaullistas y partidarios deljefe del Estado, Valery Giscard,d 'Estaing, siguen vivas. El ministro del Interior, Michel Poniatowski, afirmó anteayer que «Chirac no será alcalde de París». El interesado replicó inmediatamente: «Poniatowski rebasa los límites de la decencia». Temeroso de que el primer ministro, Raymond Barre, intervenga en la campaña para favorecer al giscardismo, el señor Chirac advirtió: «Tenemos derecho a esperar la neutralidad del jefe del Gobierno». En el mismo sentido se manifestó el presidente de la Asamblea Nacional, Edgar Faure, desmintiendo una vez más su supuesta ruptura con el señor Chirac.