_
_
_
_
_

Owen, un interlocutor abierto para la Península Ibérica

Juan Cruz

El nuevo presidente de los consejos de ministros de la Comunidad Económica Europea (CEE), el británico David Owen, llega al Foreign Office de su país con una experiencia notable en los asuntos de la CEE. De su predecesor, Anthony Crosland, hereda la pasión por una Europa política unida. Como el fallecido intelectual del socialismo británico, Owen piensa más en las ventajas políticas que en los riesgos económicos de una ampliación de la comunidad.

,Su presencia en la presidencia de los consejos de ministros de la CEE durante los meses que quedan hasta junio, mientras Gran Bretaña es la cabeza del Mercado Común, no significará en absoluto una ruptura con respecto a las posiciones que mantuvo Crosland mientras desempeñó esa Como el anterior ministro británico de Exteriores, las relaciones ibéricas que mantiene David Owen parecen ser bastante buenas. Puede decirse que los países de la Península Ibérica encontrarán en él a un interlocutor abierto en el caso de que en efecto Portugal solicite su entrada en la comunidad y en el supuesto de que España confirme también sus intenciones de integrarse tras las futuras elecciones.

El primer trabajo diplomático que Owen desempeñó mientras sustituyó interinamente a Crosland fue el de la recepción del primer ministro portugués Mario Soares, cuando éste vino a Londres hace dos semanas. Cuando este hombre alto, bien parecido, a quien un periódico le reprocha ser «demasiado guapo para su puesto», entró en la sala de autoridades del aeropuerto de Heathrow, algunos periodistas y diplomáticos se preguntaron por su identidad. Soares lo conocía muy bien y .hablaron muy amigablemente. Luego, en sustitución de Crosland, serían Callaghan y Owen los que le ofrecerían al líder portugués todo el apoyo británico a una petición de Lisboa de integrarse como miembro de pleno derecho en la CEE.

Para los británicos, Owen, el ministro de Relaciones Exteriores más joven que ha tenido este país después de la época de Anthony Eden, tampoco era un desconocido. Al revés, su actitud en 1972, cuando dimitió del gabinete fantasma de Harold Wilson como protesta por la posición antieuropea de sus compañeros laboristas, lo hizo extremadamente popular con el centro del partido, que ya entonces representaba Roy Jenkins, el actual presidente de la comisión de la CEE. Jenkins dimitió también en aquella ocasión como vicelíder laborista.

Un refuerzo para Callaghan

Después, en 1974, su especialización médica y su obsesión por los niños le llevó a compilar un proyecto de ley sobre la infancia que no pudo introducirse mientras estuvieron los conservadores en el poder, pero que luego fue ley con los laboristas. En Europa, este médico de 38 años ha defendido hasta ahora específicamente los intereses británicos, mientras que Crosland intervenía en los asuntos más generales de la construcción europea. El balance fue perfecto. El consiguió que se resolviera favorablemente para el Reino Unido el tema de la pesca y fue él quien llevó últimamente las negociaciones con los soviéticos sobre esa cuestión. Ahora Callaghan lo ha elegido como sucesor de Crosland porque considera que nadie como un proeuropeo de tanta convicción como Owen puede proseguir la tarea iniciada por el autor de El futuro del socialismo.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_