Los neofascistas detenidos tienen un amplio historial delictivo en Italia
La detención en España de ocho neofascistas italianos ha sido bien recibida en los círculos políticos y judiciales del país. Todos los nombres de los ocho detenidos son bien conocidos para la crónica judicial y la crónica negra italiana. Salvatore Francia es, sin duda alguna, el terrorista de mayor calibre. De 39 años, nacido en Turín, fue condenado el 4 de mayo del año pasado a cuatro años de cárcel. Su nombre figuraba en la lista de los 119 neofascistas que el juez romano Occiorsio se proponía capturar antes de ser asesinado. Francia es uno de los líderes más importantes de Orden Nuevo y Orden Negro, y fundador de la asociación de extrema derecha Año Cero. Al parecer, en Madrid se ocupaba de exportación de madera.
El activismo político negro de Salvatore Francia comieilza sobre todo en agosto de 1972 cuando fue detenido por organizar un campo paramilitar denominado Sigfrido Orden Nuevo en el fortín de Pramand en el valle de Susa. En el proceso se descubrieron otras complicidades con su amiga Adriana Pontecorvo y con los grupos neofascistas toscano de Paolo Pecorielo y romano de Jean Franco Cartocci, implicado, según se está demostrando estos días, en el proceso de Catanzaro; implicado, al parecer, en la matanza de la Fontana de Milán, en la que murieron dieciséis personas.
Liberado en diciembre de 1972, Francia recusó al juez Violante, pero éste reanudó la instrucción del proceso resultando implicado Edgardo Soño, embajador y medalla de oro de la Resistencia italiana, que era el encargado de mantener los contactos entre el frente neofascista y los partisanos «blancos» desde el verano de 1974 en que se le intentó procesar de nuevo.
Entre los demás detenidos sobresalen Flavio Campo, que en Torremolinos habría abierto una «pizzería». Lugarteniente de Egtefano de Lecialle, cuya presencia en Montejurra estaría probada por fotografías, y amigo del diputado Saccucci, famoso por la incursión de Zeize romano en la que mató al estudiante comunista De Rosa. Flavio Campo es uno de los boss más importantes de «Avanguardia» nacional.
Mario Tedeschi también habría sido condenado a cuatro años en Italia en el primer proce so contra Orden Nuevo. María Masetti, vinculada a la organización de Pomar, pertenecería a un grupo relacionado con el llamado golpe de Éstado del príncipe Borguesse. Sandra Crocco, la mujer del líder neofascista Massagrande, que ya se encuentra en la cárcel, se encontraba viviendo con sus hijos en la capital española y ha sido acusada por llevar documentación falsa, por ingreso clandestino en el país y por detención de arma. En los ambientes judiciales se pone de relieve que otras de las posibles bases de adiestramiento y de complicidad de los neofascistas se encontrarían en Rodesia.
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