Rumania favorecerá el exilio de sus disidentes

El movimiento contestatario en los países socialistas entra en una etapa decisiva con factores absolutamente nuevos. Algunos Gobiernos europeos orientales, han cambiado significativamente su actitud respecto de los sectores socialistas críticos. Los medios informativos de estos países empiezan a informar cumplidamente del fenómeno crítico y, en paralelo, ciertas naciones occidentales se ven entre la espada y la pared, como consecuencia dejo que quizá será pronto realidad: la libertad de emigración desde el bloque socialista.

Una sema después de qué el jefe del Partido Comunista rumano, Nicolás Ceaucescu, calificase como traidores a los disidentes de su país, ha trascendido a Occidente una serie de contactos de los políticos de Bucarest con embajadores de países capitalistas con el fin de calcular la capacidad de absorción de estos a efectos inmigratorios.

Los embajadores de la República Federal de Alemania, Canadá, Francia e Italia, hasta ahora han comunicado ya su recelo sobre esta operación de puertas, abiertas, debido al problema de empleo que padecen sus países. El representante de Bonn en Bucarest, ha comunicado, al parecer, que la RFA, que acogió en 1976 a 3.500 refugiados rumanos, ha observado un crecimiento despropor cionado de ingresos de ciudadanos de esta nacionalidad durante el pasado mes de enero.