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La "cumbre" socialista terminó en tablas

La cumbre socialista celebrada en un restaurante madrileño, y que concluyó a primeras horas de la madrugada de ayer, mostró las opsiciones favorables a la unidad por parte de los partidos Socialista Obrero Español (PSOE) y Socialista Popular (PSP), si bien no se avanzó ningún paso concreto en torno al espinoso problema de las siglas con que concurrirán los socialistas a las próximas elecciones, tema, de especial urgencia. Felipe González se mostró más optimista que el profesor Tierno Galván, y éste más preocupado por resolver la unidad de cara a las elecciones que por planteamientos de futuro.

La cena a la que concurrieron ambos líderes soacialistas había sido convocada por dos periodistas del diario Pueblo -uno por cada partido-, y a ella asistieron también, además de los convocantes, Javier Solana, por el PSOE y Raul Morodo, por el PSP. Los informadores que habían sido advertidos del encuentro esperaron desde las once de la noche en un bar próximo al restaurante donde se celebró la cena.A la pregunta de EL PAIS sobre la situación en que quedaba el controvertido tema de las siglas con que se concurrirá a las elecciones, Felipe González -quien comentó que no era la mejor pregunta para iniciar el diálogo- manifestó que para los socialistas el problema no es meramente electoral, sino de acuerdo para la integración de las organizaciones que luchan por construir una sociedad distinta. Añadió que no creía en ninguna suerte de milagro electoralista, sino en el acuerdo entre socialistas, quienes no se reparten las cosas cenando, porque en la izquierda cuentan los proyectos de futuro y no sucede como en la derecha, en donde tienen muy pocas cosas sobre las que ponerse de acuerdo.

Por su parte, el profesor Tierno declaró que todos deseamos la unidad y que en el camino hacia ella no se ha producido ningún episodio irreparable. Aludió a la conveniencia de ir a las elecciones con una clientela y un nombre común, y de salvar el problema de la presentación electoral, cuya fórmula no estaba todavía resuelta.

El señor González aseguró que, (en cualquier caso, lo que no se hará nunca entre los socialistas es «extraños compañeros de cama», ya que existen ideas solidarias, a pesar de que la época histórica que hemos vivido haya mantenido incomunicados a los diferentes sectores. Insistió en que las siglas del PSOE no son patrmonio exclusivo de un partido, sino de todos los socialistas, y que no existía ningún ánimo de altanería política al pretender que, se concurra a las elecciones bajo ellas.

El profesor Tierno aludió a los términos excesivamente tajantes y polémicos en que se había expresado el pasado fin de semana el comité federal del PSOE, en el que se subrayaban los puntos de discrepancia.

En un momento del diálogo con los informadores, Enrique Tierno ironizó sobre un eventual paso a la izquierda de Felipe González, a lo que este replicó, en tono cordial, que era Raul Morodo quien se pasaba a la izquierda. «Ese no se lo cree, nadie», constestó el aludido, en el mismo tono humorístico con que se desarrolló parte de la rueda de prensa y que presidió, en opinión de los interesados, el desarrollo de la cena.

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