_
_
_
_
Tribuna:DIARIO DE UN SNOB
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El otro mundo

Hemos estado con el parado y el abrecoches tratando de recordar de quién es aquella frase que dice:

- Hay otros mundos, pero están en éste.

- Será de don Cristino Martos —dice el parado—.

A mí me lo dijo tío Oscar en la cárcel de Reading, cuando él estaba allí por proxeneta y yo por chorizo:

—Envié mi alma a través del infinito, a descifrar del más allá el misterio, y mi alma volvió a mí diciendo: en mí están cielo e infierno.

—Muy bueno, maestro —le dije—.

—Es de Omar Kayam.

Pero el irracionalismo con sumista, unidimensional y capitalista de hoy en día, que no ha leído a Oscar Wilde, a Omar Kayam, ni a don Cristino Martos, se pasa el día comerciando con el otro mundo y el más allá, la parapsicología, el horóscopo, la lectura del futuro y el consultorio sentimental de la señora Francis. Hasta hay una enciclopedia de ocultismo, ovnis y parapsicología, que ha hecho el doctor Jiménez del Oso, que es algo así como el Ricardo de la Cierva del más allá.

El doctor Jiménez del Oso, si ustedes se recuerdan, lleva o llevaba en la tele (segunda cadena) un programa de dar miedo, con psicofonías y marcianos. La psicofonía consiste en sacar el magnetofón de hacer entrevistas y que, en lugar de salir la voz de don Santiago Bernabéu, salga la de tu abuelo materno. Yo creo que, sin necesidad de transistor, asistimos a una psicofonía cada vez que habla un líder retro y se expresan por su boca todos los muertos. Para psicofonías las que hace Alianza Popular.

- ¿Otra vez se va usted a meter con Fraga? —dice el parado.

Ni con Fraga, ni con Fernández de la Mora. Pero Fernández de la Mora le escribió una vez dos folios a un humorista amigo mío, para explicarle que no se decía la espada de Demóstenes, sino la espada de Damocles. Se ve que el centro está reñido con el sentido del humor.

Yo no es que no crea en el otro mundo y los universos ocultos, sino que todo lo que se puede saber sobre eso lo sabe ya Pitita, y los demás me parece que son falsos profetas. Uno de estos falsos profetas me llamó hace poco para prevenirme:

- He estado estudiando tu caso y creo que no debes lanzarte demasiado con el coche, en carretera, durante este mes, porque es que tú con el coche te lanzas mucho.

Por lo visto no salía en los astros que yo no he conducido jamás, ni siquiera el triciclo que me trajeron los Reyes Magos, de pequeño, quizá porque adiviné que los Reyes Magos eran los jerarcas locales de la situación, que se les notaba debajo de la barba: Víctor Fragoso del Toro y así.

- La síntesis, jefe, la síntesis —apremia el abrecoches, como de costumbre, mientras le mete mano, honestamente, a la gitana canastera—.

Pues muy fácil. Que este culto al horóscopo, el misterio, el irracionalismo y la cosa, me parece, por una parte, consecuencia de un abandono de la religión antes de haber alcanzado la madurez necesaria para ello: una pararreligión. Y, por otra parte, que con estos problemas ficticios, con estos esquemas caprichosos y celestiales, con estas adivinanzas y hechicerías se desplaza la problemática real del mundo (la explotación, la injusticia. la falta de democracia) hacia unas áreas puramente vicarias, sustitutivas e inocentes.

—Tú es que te niegas a leer en el cielo —me decía Pitita—.

Hombre, cuando una señorita me pregunta de qué signo soy, en el picnic, pienso que puede ser una manera de ligarla, de modo que los astrolabios sirven para algo. Y escribir el horóscopo en un periódico siempre es más tranquilo que escribir contra el Gobierno.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_