Los hermanos Lozano y Colombia

Me refiero a dos artículos publicados en el periódico de su digna dirección, los días 1 y 4 del presente mes, firmados por Joaquín Vidal en la sección La Lidia. En ambos se contienen inexactitudes, acusaciones improbadas y sugerencias que no tengo más remedio que rectificar dado que el honor de mis hermanos y mío se ven gravemente comprometidos. Recurriendo tan sólo a su probada caballerosidad, le ruego la publicación de las siguientes puntualizaciones.1.º) El señor Vidal afirma que la empresa colombiana Escol (Espectáculos colombianos) pertenece a José Luis, Eduardo y Pablo Lozano. Es inexacto. Dicha empresa, dedicada a promover espectáculos taurinos, es de propiedad de varios ciudadanos colombianos y de mi hermano José Luis, que nombraron gerente. No existen normas que impidan, como dice el señor Vidal en sus artículos, a ciudadanos extranjeros realizar este tipo de actividades en Colombia. Por lo cual verá no tengo que ver nada con dicha empresa.

2.º) Es igualmente inexacto que los «hermanos Lozano» tengamos nada que ver con la fundación y desarrollo de la Federación de Toreros colombianos. El señor Vidal no presenta un sólo dato que lo pruebe y actúa por suposiciones. Las diferencias existentes entre Undetoc (Unión de toreros colombianos) y la Federación son ajenas a la fiesta y por supuesto a los «hermanos Lozano».

3.º) Los hermanos Chopera no fueron los anteriores empresarios de la plaza de toros de Bogotá, como también equivocadamente afirma el señor Vidal. Fue la empresa del señor Rodríguez y Pimentel quien ejerció semejante función. Y, por supuesto, no hubo pleitos entre hermanos (es decir, entre los Chopera y los Lozano). También allí se equivoca el señor Vidal.

4.º) No es cierto, tampoco, que Undetoc lograse disminuir los impuestos de la plaza de Bogotá de un 36 a un 2 %. El señor Vidal escribe de oído y no sabe obviamente de lo que escribe, la plaza de Bogotá estaba vetada por la anterior empresa, con una deuda de tres millones de pesos y tras haberse quedado la afición bogotana sin toros una temporada, se fundó la empresa Escol, con socios colombianos y gerente español. Al no presentarse nadie a la subasta, Escol llegó a un acuerdo con el Municipio bogotano para terminar con el veto y rebajar los impuestos del 34 al 12%.

5º) Los «hermanos Lozano» no presionan ni presionarán a ningún torero, sea cual sea su nacionalidad, para que se afilie a una u otra organización profesional, a las que son ajenas por completo, como queda dicho.

6.º) La subida del precio de las localidades, siempre autorizada por la municipalidad de Bogotá, guarda relación directa con la subida de los costes generales de la fiesta, hecho que se reproduce en Colombia, como se produjo en España. El empresario no controla los precios en Colombia, como también sugiere, equivocadamente, el señor Vidal. Es la municipalidad. Por otra parte, tampoco las cifras que ofrece el señor Vidal sobre los aumentos de las localidades son exactas.

7.º) El número de corridas y novilladas, según contrato de la compañía Escol con el municipio bogotano, es de veinte novilladas y siete corridas de toros, como mínimo, y en el caso de no cumplirse, dicho contrato sería denunciado. El señor Vidal dice que se han rebajado y que de la treintena de novilladas apenas se dieron ocho: es falso, Nunca se dieron treinta novilladas en la plaza de Bogotá y no se darán menos de veinte.

8.º) En cuanto a la «opinión muy generalizada de que los hermanos Lozano ganan un dineral en Colombia», es una opinión de la que, sin duda, se responsabiliza el señor Vidal y le puedo informar que Escol se quedó con las plazas de Bogotá y Cartagena vetadas, teniendo que pagar, por tanto, todas las deudas para poder abrir sus puertas, lo que demuestra que el negocio no es tan brillante como asegura el señor Vidal.

9.º) La titulación de ambos artículos («Los hermanos Lozano acusados de dividir a los toreros colombianos» y «Rebelión de los matadores colombianos contra el monopolio de los Lozano»), es atentatoria contra la verdad y el honor (le «los hermanos Lozano», que nunca han dividido a los toreros colombianos ni detentan monopolio alguno en Colombia.

Me reservo, señor director, todo tipo de acciones legales contra el señor Vidal, dadas las graves acusaciones que en ambos artículos se contienen.