España-URSS: menos de tres años de normalidad desde 1933.
El establecimiento de los primeros lazos diplomáticos con la URSS se remontan al 28 de julio de 1933, cuando el jefe del Gobierno, Manuel Azaña, anuncia el reconocimiento de la URSS «de facto» y «de iure», indicando que el intercambio de embajadores se haría inmediatamente. Sin embargo, el triunfo de las derechas en las elecciones de noviembre-diciembre y, más adelante, la revolución de Asturias (octubre, 1934) impidieron la materialización de estas relaciones hasta después del estallido de la guerra civil, una vez que la Unión Soviética se unió al «Pacto de no Intervención».
El 25 de agosto de 1936, Antonov Ovseenko, viejo revolucionario que había dirigido el asalto al Palacio de Invierno, llegaba a Barcelona como cónsul general. Dos días después, Marcel Rosemberg se hacía cargo en Madrid de su puesto de embajador.Es a partir de 1958 cuando se reanudan los contactos entre los dos países, aunque siempre circunscritos al plano comercial y de cooperación técnica, y que hubieron de iniciarse -por razones obvias- de una forma indirecta por los respectivos embajadores en París. Y así, los primeros contactos exploratorios fueron protagonizados por el conde de Casa Rojas y Serguei Alexandrovitch Vinogradov. Los años siguientes se ven caracterizados por los primeros intercambios comerciales mientras continúan las conversaciones. En 1961, el señor Areilza, embajador en París, mantiene conversaciones con su colega soviético Vinogradov, sobre la posibilidad de establecer intercambios comerciales, culturales y deportivos. Fruto de estas conversaciones es la firma del primer acuerdo comercial en junio de ese año.
Relaciones marítimas
El 17 de febrero de 1967 se lleva a cabo entre los dos Gobiernos un canje de notas sobre navegación y transporte marítimo, con lo que quedaba autorizada la entrada de buques rusos en puertos españoles y, poco después, se inicia la importación de petróleo ruso. En abril de 1968 y tras la visita a España de hombres de negocios soviéticos, se conciertan nuevos acuerdos comerciales. En la Feria del Campo, en el mes de mayo, se hace por primera vez patente la presencia de un pabellón ruso. Los contactos se incrementan con la visita de una delegación marítima soviética en 1970 y la visita en 1971 de una delegación española, presidida por José Luis Cerón, a Moscú. Como consecuencia de estos contactos se crea en julio Sovhispán, empresa mixta para abastecimiento y consignación de pesqueros soviéticos en Canarias. En septiembre de 1972 se firma el primer tratado comercial hispano soviético, que supone el incremento y la normalización de importaciones de petróleo y bienes de equipo, a cambio de exportaciones de calzado, textiles.... y los primeros contactos para futuras exportaciones de construcciones navales. Al mismo tiempo, ambos países suscriben un protocolo sobre el establecimiento de delegaciones comerciales.
En febrero de 1973 se firma el acta final sobre vuelos charter entre las delegaciones de España y de la URSS. Esta situación se vería completada con la firma, el pasado 12 de mayo, en Madrid, de un acuerdo de tráfico aéreo, estableciéndose definitivamente vuelos regulares entre los dos países. Este acuerdo fue suscrito en el Palacio de Santa Cruz por el viceministro soviético del Aire, señor Pavlov, y el subsecretario español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja.
En 1974 se produce un canje de notas sobre recíproca concesión de inviolabilidad a los locales de las delegaciones comerciales de ambos países. Ese mismo año, el ministro de Pesquerías soviético, señor Iskov, asistió en Vigo a la Conferencia Internacional sobre Problemas Técnicos del Atlántico Nororiental. A la vez, Aguirre de Cárcer, director general para Europa, mantiene conversaciones en Moscú con funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Congelación en 1976
Durante 1975 continúan las relaciones con la firma de importantes convenios comerciales y de un protocolo sobre relaciones culturales. Después de las reuniones de la comisión mixta hispano-soviética, se decide la prorrogación del acuerdo comercial por un año. En marzo de 1976 parecía inminente la normalización diplomática entre los dos países. Sin embargo, ciertas interferencias postergaron la solución -en principio atribuídas a las presiones de Carrillo en favor de la previa legalización del Partido Comunista Español, pero que parece se debieron más bien a la observación de la evolución del proceso democrático español, a la ratificación del tratado de. España con Estados Unidos, y al contencioso bilateral existente entre los dos países a causa, principalmente, del destino del oro depositado en Moscú, así como al incuestionable papel de líder que ostenta la URSS entre los países socialistas y que otorgaría a estas relaciones un carácter casi vinculante para el resto. Después de la reunión de Viena, en julio, las negociaciones parecieron entrar en el definitivo camino de solución, significando la continuidad de la política exterior española actual con la de Ministerios anteriores, en especial la del señor Areilza. Las continuas conversaciones han culminado con la visita, en los últimos días,- de una delegación española a la URSS, encabezada por Antonio Ellas. En medios allegados se especula incluso sobre la personalidad del próximo embajador de la URSS en nuestro país, que coincidiría en la persona del actual en cargado de negocios soviético en España, señor Perschov, amigo personal de Carrillo y llegado recientemente a España al frente de la delegación soviética en el Festival de San Sebastián. El comercio exterior hispano-soviético es claramente deficitario para España. En el primer semestre de 1976 el déficit comercial era igual al correspondiente a todo el año anterior. Mientras las exportaciones españolas a la URSS fueron de 2.739 millones, España importó por un valor de 4.839 millones de pesetas, lo que representa un índice de cobertura del 56 %. España está interesada en incrementar sus exportaciones de vinos, calzados, construcción naval, siderurgia y bienes de equipo. Por su parte, la URSS exporta a España petróleo, aceites naturales, maderas y minerales. Del total de 8.126 millones de pesetas exportados por la URSS a España en 1975, 3.864 millones fueron por petróleo.
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