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El Estado tomará una participación en Trasmediterránea

La supresión de cotizaciones de los valores bursátiles de la compañía naviera Trasmediterránea y de la Compañía Metropolitana de Madrid es anuncio de dos importantes acontecimientos para ambas sociedades, como son la expropiación de una buena parte de la primera sociedad por parte del Estado y la desprivatización de la segunda, motivadas ambas acciones por pérdidas progresivas y por la intervención estatal.

El 31 de marzo del presente año vence la concesión firmada en 1952, por la cual el Estado otorgaba la explotación de una serie de líneas, denominadas de soberanía a la Compañía Transmediterránea por un período de veinticinco años.La situación financiera de estas empresas a lo largo de los últimos años ha ido deteriorándose producto de un incrernento de costes y un descenso de pasajeros. «La situación ha cambiado radicalmente desde que la concesión en 1952» ha señalado a EL PAIS un alto cargo de la Administración.

El caso es que año tras año, la compañía, ha ido acumlando pérdidas e incrementando las deudas: las tarifas políticas y el aumento de precio de la construcción naval son los principales motivos que explican la decadente situación de la empresa que motiva en estos momentos la fuerte intervención estatal.

Fuentes dignas de crédito señalan que empresas de servicio público de las que no se puede prescindir que además reparten beneficios a sus accionistas gracias a las fuertes subvenciones estatales deben convertirse en empresas públicas previa expropiación. Las pérdidas de la Transmediteránea en el pasado año ascendieron a un total de 2.800 millones de pesetas déficit que se vio compensado con una cantidad similar otorgada por el Estado. Esta situación, según parece se mantenía desde hace varios años hasta el punto que en 1975 hubo una predenuncia del contrato de concesión por parte del Estado, lo que ya hizo suponer que el acuerdo finalizaría al término del mismo.

Las fórmulas existentes en la actualidad para que el Estado se haga cargo de dicha compañía naval son dos fundamentalmente. según señalan a EL PAIS fuentes autorizadas: el Instituto Nacional de Industria o lia Dirección General del Patrimonio, para establecer una situación similar a la del Banco Exterior, Tabacelera, Campsa o Telefónica donde la participación del Estado es decisiva.

Se supone que el Estado continuará utilizando la estructura de la compañía y prestando el servicio pertinente en las líneas marítimas exigidas en la concesión del año 1952 y que son: Cádiz- Canarias, Barcelona - Palma. Málaga - Melilla. Algeciras - Ceuta y servicio entre islas.

De acuerdo con la información recogida el Estado se haria cargo de las deudas de la empresa. aunque se desconoce si lo haría en su totalidad.

De igual manera se confírma que por el momento la expropiación se realizaría unicamente con la Compañía Trasmediterránea no con las otras dos líneas marítimas. Ybarra y Aznar. que algunas informaciones habían señalado.

Durante este año la cotización de la Compañía Trasmediterránea SA. en la Bolsa de Madrid ha subido treinta enteros, ha cotizado diecinueve días y el volumen nominal cdontratado ha superado los veinticinco millones de pesetas, cifra importante en el panorama de decaimiento y tristeza que presenta la Bolsa española. Carecemos de datos sobre su actuación en la Bolsa de Barcelona.

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