_
_
_
_
Reportaje:

Decae la afición taurina en Extremadura

¿La sombra de los Chopera? Quizá sería mucho decir de los hermanos Victoriano y José Roger Cuevas, los Valencia, cuando menos por ahora. Chopera es una cosa con abolengo (en lo que cabe) y poder; administra toreros, explota plazas de toros aquí y en América, mueve hilos, influye, manda. Pero los Valencia, a la que salta, ya les han hecho pupa en la plaza de Vitoria, y en pública subasta se la han arrebatado, a pesar de que fue uno de los feudos intocables de aquellos empresarios vascos durante treinta años. Y ahora se han plantado en medio de sus dominios de Extremadura, y llevan la plaza de Plasencia, como una contestación.

Aunque otra cosa ¿que esa contestación sea rentable, o por lo menos que lo haya sido durante la temporada 1976. Porque si bien el placentino tiene verdadero entusiasmo por su ciudad y su feria, y colabora en ella, en tanto que la empresa le ofrece los mejores carteles, con los triunfadores del año anterior, la verdad es que no hay afición suficiente para llenar la plaza. De donde se deduce que los Valencia no tienen allí demasiadas opciones para redondear el negocio. De las tres corridas que dieron en la feria de junio, sólo se hizo buena taquilla en la de rejoneadores, que además fue televisada, y esto ayudó para equilibrar los presupuestos. La plaza es propiedad del Ayuntamiento y el contrato de arriendo de la actual empresa, finaliza en este año 1977.Si salvamos los cosos de Trujillo -que lleva Teodoro Matilla- y Talayuela, donde Luis Alviz montó una plaza portátil (sólo se dio una corrida de toros durante 1976 en cada una de estas poblaciones), lo demás es Chopera, más o menos puro.

La plaza de Cáceres la tienen arrendada por tres años los Chopera chicos y han dado tres corridas de toros, que es número excesivo a juzgar por los propios arrendatarios: «La comisión de festejos no quiere que, en este aspecto, Cáceres váya a la zaga de Mérida, pero hay una realidad: una corrida en la feria de mayo y otra en la de septiembre, bastan para las necesidades de la afición cacereña.» Números cantan, parece ser. La afición decrece, en efecto, aunque hay que tener presente el factor tiempo, que influye enormemente en las ferias cortas -como es el caso- y que se presentó muy malo los días en que se habían montado las corridas. De todas maneras hay síntomas de que los Chopera pudieran quedarse sin esta plaza, pues el propósito del Ayuntamiento es concederla a un empresario extremeno, para que valore mejor las auténticas inquietudes, pudiéramos decir taurinas, de los cacereños, y ese empresario acaso sea Luis Alviz.

La casa Chopera construyó la plaza de Badajoz, con derecho a su explotación durante treinta años, al término de los cuales revertirá al Ayuntamiento. Se inauguró en 1967, y la llevan, por turno, las dos ramas de la familia. Hasta diciembre último ha estado a cargo de los chicos (hermanos Martínez Uranga). Se dieron en la temporada cuatro corridas de toros, con buenos rendimientos, por supuesto, mejores que en el año anterior, pues había remitido mucho la afluencia de portugueses, que constituían la principal clientela de este coso. Los portugueses, estabilizada la vida política de su país, han vuelto a la tradicional feria de Badajoz.

No quiere esto decir que no haya buenos núcleos de aficionados pacenses, la mayor parte de los cuales se reúnen en el Club Taurino Extremeno, muy bien instalado en un edificio de cuatro plantas, el cual cuenta con un museo dedicado a Antonio Bienvenida, que ha sido dotado con importantes recuerdos del maestro, donados por la vizcondesa de Burguillos; o también en las peñas Tendido 4 y La Cochinita. Pero de todas formas no cabe duda de que la fiesta decae en Badajoz, porque las empresas no se han preocupado de fomentar la afición, como es debido.

Cuatro corridas de toros se dieron en Mérida, donde hay mucha afición, quizá la más numerosa y entusiasta de toda la provincia. Propiedad particular, la plaza la tienen en arriendo los Chopera chicos. aunque, quizá a efectos administrativos, figure como empresario su hombre de confianza. Raul Recuero. Los aficionados locales se reúnen, principalmente. en el Círculo Taurino de Mérida y en la peña El Cencerro.

Los Chopera grandes son los accionistas de Espectáculos Extremeños, sociedad propietaria de la plaza de Almendralejo, si bien su testaferro es Antonio Ródenas. En este coso se dio una sola corrida de toros, con motivo de la feria de la Vendimia, y la afluencia de público fue notable. Luis Reina, torero local en el que ponen sus mejores esperanzas los extremeños, tiene aquí una peña muy concurrida.

Los duques de Feria legaron el castillo de Barcarrota a toda la población, y en él hay habilitada una plaza de toros, que administra el Ayuntamiento, el cual la cedió en arriendo al ya mencionado Ródenas (es decir, en el fondo, a los Chopera grandes o hermanos Martínez Flamarique). Sólo se celebró en ella una corrida de toros, aunque con gran éxito de taquilla, pues tradicionalmente acuden al festejo de feria gentes de toda la comarca.

Se dice de la plaza de toros de Zafra que es incomodísima, la peor de la provincia. De ahí que exista el proyecto de construir otra, para lo cual se subastaron los terrenos adecuados, que fueron adjudicados a Raul Recuero, en representáción de los Chopera chicos. Pero el problema es que Ródenas, en nombre de los grandes, tiene contrato de explotación de la vieja plaza por un resto de seis años (lleva ya otros seis) y de ahí que las obras del nuevo coso no se iniciaran el pasado mes de octubre, como estaba anunciado. En 1976 hubo en Zafra una corrida de toros, nad.a más. El pleito entre Choperas (o, si se quiere, entre Recuero y Ródenas), Más lo incierta que puede ser tamaña inversión como supone construir una plaza de toros para una sola corrida al año, que hacen problemática la viabilidad del proyecto del nuevo coso de Zafra.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_