_
_
_
_

El mayor Mengistu Haile Mariam consolida su poder en Etiopía

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Unas doscientas mil personas aclamaron ayer al mayor Mengistu Haile Mariam en la capital etíope, tras haber superado la intentona de pronunciamiento encabezada el jueves por el jefe del Estado, general Teferi Benti. La manifestación, que tuvo lugar en la plaza de la Revolución, había sido convocada por organizaciones sindicales y campesinas adictas al Consejo Militar

Más información
Estado de complot permanente

El mayor Mengistu, que ha reforzado su posición de hombre fuerte, ha acusado a Sudán y Arabia Saudita de apoyar a los enemigos del Gobierno etíope y ha hecho un llamamiento para qué se arme al pueblo con el fin de defender la Revolución iniciada hace veintiocho meses.En sus ataques a los ejecutados el jueves, el mayor Mengistu dijo que éstos habían diferido deliberadamente armar al pueblo para que pudiese defender su revolución socialista. En la concentración, otros oradores atacaron al Partido Revolucionario del Pueblo Etíope, de carácter marxista-leninista, y a la Unión Democrática Etíope, organización política de extrema derecha que integran terratenientes y notables refugiados en Sudán y Gran Bretaña.

Mientras tanto, tropas del Ejército patrullan las calles de Addis Abeba. Pesados tanques de fabricación norteamericana (Estados Unidos mantiene una cuantiosa ayuda militar al régimen etíope) y vehículos blindados custodian los principales edificios, públicos, especialmente la sede del Consejo Militar.

La radio de Addis Abeba describió ayer los acontecimientos del jueves como una intentona de pronunciamiento encabezada por Benti y seis seguidores suyos, que fueron ejecutados. También perecieron en el tiroteo Sennaye Llkely, vicepresidente del Conspjo asesor civil del Derg, y un oficial leal a Meneistu Halle Mariam.

La chispa que incendió la explosiva situación en el interior del Derg ha sido, al parecer la reciente reoranización de su dirección en la que los moderados, entre los que se incluían Benti y los otros seis consejeros muertos, intentaron destituir el jueves a Merigistu Halle Mariam como vicepresidente del Consejo Militar, lo cual provocó el enfrentamiento.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La desaparición de estos moderados deja al comandante Haile Mariam como dueño de la situación. Este joven militar, tiene treinta y nueve años, ha venido siendo la personalidad que ha dirigido desde la sombra el proceso revolucionarlo etíope. Está considerado como el más radical de los consejeros del Derg y políticamente ha sido definido como militar de izquierda, mientras algunas informaciones le atribuyen una ideología marxista.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_