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Las acciones del IRA sólo tienen ahora fines propagandísticos

Juan Cruz

Horas después de que el IRA provisional anunciara ayer que iba a continuar su ofensiva terrorista contra Londres y otras ciudades británicas, el ministro de Asuntos del Ulster, Roy. Mason, nos dijo que la provincia de la que él está encargado ha dejado de vivir un clima de guerra civil. Las últimas acciones del IRA -manifestó- que incluyen la ola de bombas que hubo el pasado fin de semana en Londres, forman parte de una campaña de propaganada con la que esa organización pretende convencer a sus partidarios de que todavía funciona.En una reunión que sostuvo con periodistas extranjeros, Mason se quejó de la imagen que se da del Ulster en la prensa internacional, que olvida -apuntó- las circunstancias económicas en que se desenvuelve la vida de la provincia, la mayoría de cuyos trabajadores no participa para nada en los hechos violentos que tienen lugar.

La campaña de propaganda que ahora va a lanzar el IRA provisional, dijo Roy Mason, tendrá dos objetivos principales: el ataque a las fuerzas de seguridad y la creación de una guerra económica, que atemorice a comerciantes y clientes.

Los prisioneros del IRA que ahora están en las cárceles del Ulster y del resto del Reino Unido no deben esperar ninguna clase de amnistía ni ninguna consideración especial por el presunto carácter político de sus crímenes, dijo también Roy Mason. Nuestro Gobierno no piensa poner de nuevo en vigor el estatuto en virtud del cual se le concedía a los detenidos del IRA un tratamiento de prisioneros políticos en las cárceles del país.

Para seguir luchando contra el terrorismo, los 14.000 soldados que ahora hay en Irlanda del norte seguirán ocupando la provincia, hasta que se den las condiciones que aconsejen su retirada. Tengo -indicó- que poner énfasis en el hecho de que nosotros no vemos una solución militar, sino política, para el problema de Irlanda del norte.

A una pregunta de EL PAIS, Mason señaló la reciente actitud de la República de Irlanda como el primer paso hacia la reconciliación política de las dos comunidades en lucha. Mason considera que la propuesta de un ministro del Eire sobre la abolición constitucional de la reivindicación irlandesa del territorio del Ulster puede ayudar a encontrar la solución política que la provincia precisa.

Tras el gesto conciliador de la República de Irlanda, ahora deben ser los políticos del Ulster, dijo Mason, los que han de coordinar sus esfuerzos para quitar la iniciativa a los terroristas, que en estos ocho años de violencia han dado cauce a la creación de grandes operaciones de gangsterismo.

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